Bruselas.- Europa debería prepararse para hacer frente a nuevas amenazas terroristas en los próximos días, inspiradas por los atentados de París, advirtió un analista.
“Lo ocurrido en París seguramente animará a otros terroristas en otros países europeos”, afirmó Rik Coolsaet, director del departamento de ciencias políticas de la Universidad de Gante y miembro de la Red Europea de Expertos en Radicalización.
“Individuos que estaban “dormientes” podrían decidir copiar los actos de los otros y pasar a la acción”, explicó.
Para el especialista, las medidas recientemente tomadas por muchos países europeos para dificultar el viaje de sus ciudadanos que pretenden unirse a grupos extremistas en Siria o Irak podría alimentar los atentados en suelo europeo.
“Los yihadistas de hoy actúan con base en sus posibilidades”, observó.
“No creo que los ataques terroristas de actualmente estén organizados desde el exterior, que tengan una gran organización por detrás. Son actos de personas aisladas o de pequeños grupos que se coordinan localmente. Por eso son difíciles de detectar”, sostuvo.
Coolsaet también resaltó que el perfil de los yihadistas europeos ha cambiado desde 2012.
“La media de edad es mucho menor que antes. La decisión de partir para Siria se toma rápidamente, de manera impulsiva, así que están menos influenciados por la ideología religiosa”, dijo.
“En la mayoría de los casos, son jóvenes que se sienten perdidos aquí, dejados de lado. Eso es lo que les motiva y es lo que explica que se ataquen a la sociedad y a símbolos del país, como la policía”, añadió.
El analista belga sitúa a su país como uno de los más vulnerables a la amenaza debido a la presencia en su territorio de las sedes de la OTAN y de las principales instituciones de la Unión Europea, donde se reúnen con frecuencia líderes políticos de todo el mundo.
Además, Bélgica es el país europeo que más exporta yihadistas proporcionalmente: entre sus 11 millones de ciudadanos, 350 combaten actualmente en Siria junto a grupos extremistas y unos cien habrían regresado.
Los dos sospechosos muertos en una operación antiterrorista en Vervier, al este de Bruselas, en la noche del jueves, harían parte de ese grupo y estarían siendo vigilados por escuchas telefónicas.
De esa manera, la célula antiterrorista de la policía federal belga logró frustrar un plan “inminente y de larga escala” para atentar contra agentes de seguridad en el país.