Dallas.- Dos policías de Albuquerque, Nuevo México, fueron acusados del homicidio de un vagabundo enfermo mental en marzo pasado, en un incidente que despertó amplias protestas ciudadanas en contra del departamento de policía de esa ciudad.
La procuradora del Condado de Bernalillo, Kari Brandenburg, presentó cargos de homicidio este lunes en contra de los agentes de policía Keith Sandy y Dominique Pérez, por la muerte de James Boyd, un vagabundo de 38 años de edad, posiblemente enfermo de esquizofrenia.
Boyd fue sorprendido acampando en un sitio no autorizado en las afueras de Albuquerque. Varios agentes de policía acudieron al sitio y lo exhortaron a dejar el lugar.
Un video tomado por una cámara montada en el casco de uno de los policías muestra a Boyd en los momentos en que aparentemente acordó rendirse y comienza a recoger sus pertenencias cuando sin visible justificación, el hombre es abatido a balazos.
La difusión del video a través de las redes sociales despertó la indignación de los residentes de Albuquerque y de otras partes del país.
La procuradora Brandenburg dijo que tanto Sandy como Pérez no serían fichados en la cárcel hasta después de que se realice una audiencia preliminar para determinar si hay suficiente evidencia en su contra para ser juzgados por cualquiera de los tres cargos de los que fueron acusados cada uno, incluyendo, homicidio en primer grado, homicidio en segundo grado y homicidio imprudencial.
“Tenemos suficiente evidencia de causa probable”, dijo Brandenburg en rueda de prensa. “Podemos cumplir dichas normas en este caso”.
La procuradora prometió que los procedimientos para encausar a los dos agentes serían más transparentes que los conducidos por los jurados secretos en otras entidades en los que se ha acusado a oficiales de uso excesivo de la fuerza y han dictaminado eximirlos de responsabilidades.
“A diferencia de Ferguson y al contrario que en la ciudad de Nueva York, en donde se han registrado casos recientes de alto perfil, aquí vamos a saber, el público va a tener esa información, se van a ver a los testigos, se van a escuchar los argumentos, y se va a entender, con suerte, tal vez, por qué el juez toma la decisión que él o ella hace”, digo Brandenburg.
El incidente en marzo pasado fue el más reciente de una serie de casos de uso excesivo de fuerza por parte de agentes del Departamento de Policía de Albuquerque, que motivaron una investigación por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
En tan sólo cuatro años, 23 personas murieron y otras 14 resultaron heridas en incidentes con la policía, un índice elevado para una ciudad de poco más de medio millón de habitantes.
Tras la investigación, en noviembre pasado, el Departamento de Justicia alcanzó un acuerdo con la Ciudad de Albuquerque, para reformar su Departamento de Policía e instalar un monitor independiente para supervisar a lo largo de los próximos dos años la aplicación de las reformas en dicha corporación.