La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que América Latina y el Caribe necesitan ampliar y acelerar el acceso al diagnóstico, prevención y tratamiento del VIH para reducir nuevas infecciones.
En el Día Mundial del Sida, cuyo lema es “¡Igualdad Ya!”, la OPS detalló que alrededor de 2.5 millones de personas viven con VIH en América Latina y el Caribe.
En 2021, unas 120 mil personas adquirieron el virus y otras 35 mil perdieron la vida por causas relacionadas con la enfermedad.
“Un área que sigue viéndose afectada por la desigualdad y que está ralentizando nuestro progreso para eliminar el sida es el acceso a las pruebas diagnósticas y la implementación de las innovaciones para el diagnóstico temprano, la prevención y el tratamiento oportuno”, afirmó la directora de la OPS, Carissa F. Etienne. “Esto es inaceptable, ya que tenemos a disposición las herramientas para hacer del sida un problema del pasado”, subrayó.
Así, mientras el 82 por ciento de las personas que viven con el VIH en Latinoamérica y el Caribe conoce su estado, solo el 69 por ciento recibe tratamiento antirretroviral y el 63 por ciento tiene la carga viral suprimida o indetectable, algo fundamental para conservar una buena salud y prevenir la transmisión del virus a otras personas.
Entre las herramientas disponibles para eliminar el sida se encuentran: las pruebas autoadministradas, los medicamentos para evitar la infección en personas en riesgo sustancial (PrEP), y nuevos medicamentos que son más eficaces y fáciles de tomar para quienes ya viven con el VIH, como el dolutegravir, recomendado por la OMS como primera línea de tratamiento.
Muchos países de la región están accediendo a estas herramientas a través del Fondo Estratégico de la OPS, sin embargo, en muchos contextos estas siguen sin llegar a las poblaciones más afectadas y su acceso y despliegue siguen siendo inequitativos.
En la actualidad, solo 14 países de la región tienen disponible la autoprueba del VIH, 25 países han introducido el dolutegravir, y sólo un muy limitado número de personas en riesgo sustancial de infectarse con el VIH reciben la PrEP.
“Para cambiar el curso necesitamos una respuesta integrada, que se extienda a todas las comunidades en riesgo. Debemos hacer frente al estigma y la discriminación para ampliar el acceso” al diagnóstico, la prevención y el tratamiento para todos, consideró la directora de la OPS.
Etienne, también pidió abordar los retos planteados por la COVID-19, que impactó en la respuesta al VIH, y reconoció el trabajo de los trabajadores y las autoridades de salud de la región por implementar alternativas a la atención presencial y entregas de medicamentos durante la pandemia.
“El fin del sida y de muchas otras enfermedades infecciosas sólo puede lograrse si abordamos las barreras que impiden el acceso a la atención y hacemos asequibles los servicios y herramientas disponibles para quienes más lo necesitan”, expresó.
(milenio.com)