>¿Cuánto pesa electoralmente Veracruz?
La pregunta viene al caso porque Veracruz es el tercer estado con más votantes inscritos en la lista nominal, 5 millones 330,347 electores, solo por debajo del estado de México, que ocupa el primer lugar nacional con 10 millones 393,537 electores y el Distrito Federal, en segundo lugar, con 7 millones 217, 943 electores.
Ganar Veracruz es importante para cualquiera de los tres candidatos presidenciales con posibilidades; para el PRI significaría consolidar la ventaja que las encuestas le atribuyen.
No por nada Enrique Peña Nieto visitará esta entidad por cuarta vez en lo que va la campaña.
Peña tiene que luchar no solo en contra de sus naturales adversarios políticos, sino con la carga política que representa un gobernador poco eficaz y los escándalos policiacos que dejan mal parada tanto a la actual como a la anterior administración.
Aunado a ello, debe recordarse que las dos últimas elecciones para gobernador fueron ganadas por el PRI con un margen mínimo, sobre todo la que ganó Fidel Herrera Beltrán, hoy en el ojo del huracán por su amistad con un empresario a quien se acusa de lavar dinero para el crimen organizado.
Veracruz es también visto por el PAN como una reserva de votos para la elección presidencial, sobre todo porque en las dos últimas elecciones locales no le fue nada mal a pesar de no haber ganado la gubernatura; su votación creció exponencialmente.
Tanto el PRI como el PAN saben que en Distrito Federal su reserva de votos será mínima, pese a tener dos candidatas de peso para la jefatura de gobierno; en el DF el voto será mayoritariamente perredista.
En el estado de México, la apuesta será, indudablemente, por Peña Nieto; es la reserva más grande de votos que tiene el PRI como quedó reflejado con el apabullante triunfo de Eruviel Ávila.
El PRD tiene zona de influencia en el oriente del estado de México en tanto que el PAN perdió en la elección pasada el llamado corredor azul, a manos del PRI.
Los lopezobradoristas también ven en Veracruz una potencial reserva de votos, aunque, a pesar de su vecindad con Tabasco, el candidato presidencial de la izquierda no se aplicó para hacer acto de presencia en tierras jarochas como se hubiera esperado.
Con todo, Veracruz está en la mira de todos.
>Hablando de Tabasco, varias centenas de habitantes de Tamulté, municipio indígena de la entidad, fueron a sumarse a la campaña de Arturo Núñez Jiménez.
¿Qué tiene de novedad el hecho? Que los indígenas se habían manifestado en contra del PRD porque una decisión de las autoridades electorales del estado obligaron al partido a sustituir a su candidato a presidente municipal, un indígena del pueblo, para ser sustituido por una mujer.
La suma de los tamultenses con Núñez implica una especie de reparación de la estructura perredista, que amenazaba con impactar en la elección de gobernador.
Pero es solo una. Ya se verá.