>¿Qué tanto podrá soportar la unidad monolítica del PRI la presión social generada por el caso Iguala?
Desde que comenzaron las movilizaciones en demanda de la presentación de los 43 normalistas desaparecidos, pocos han sido los priistas de peso los que han salido al quite.
No se sabe si por orden presidencial, el único vocero del caso Iguala ha sido el procurador Jesús Murillo Karam, quien después de la conferencia en la que presentó testimonios de tres presuntos responsables de la desaparición de los normalistas, hace dos semanas, no se ha visto en público.
Ayer el general Salvador Cienfuegos declaró que la inseguridad “es un problema de Estado, no de gobierno”. Tiene razón.
Pero el gobierno no ha podido direccionar la opinión pública hacia ese canal en buena medida porque, por precaución o estrategia, casi nadie del gabinete, con excepción de Murillo y el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, han salido en defensa de la administración que los emplea.
Ayer la Comisión de Transparencia y Anticorrupción de la Cámara de Diputados, que encabeza la priista Arely Madrid, acordó la creación de una comisión para investigar el caso de la llamada “Casa Blanca”.
Se trata simplemente de una jugada para darle “bola” a la oposición porque para que esta comisión tenga validez, requiere del visto bueno de la Junta de Coordinación Política de la Cámara, que seguramente no dejará que dicha instancia prospere.
Curiosamente, es Arely Madrid o su Comisión Anticorrupción quien tiene detenida la iniciativa de Peña para crear un órgano anticorrupción, pero con dientes, a pesar de que fue un compromiso presidencial.
Seguramente el trámite no avanza por Madrid y compañía deben estar perfeccionado el documento. ¿O no?
Independientemente de este caso, que debería preocupar al PRI dados los últimos acontecimientos, la presión social va creciendo en demanda no solo de conocer el paradero de los 43 desaparecidos, sino de resultados en materia de seguridad, económica y política.
¿Cuánto puede resistir la unidad priista esta presión?
En 1995, en plena crisis producto del “error de diciembre” del año anterior, el PRI detestó internamente al entonces presidente Ernesto Zedillo, pero públicamente hacían como que los respaldaban.
Zedillo les correspondió de igual manera, desde luego, a tal grado que fue el primero –incluso antes que el IFE-, la victoria de Vicente Fox.
¿Hay la mínima posibilidad de que la historia se repita pero por diferentes razones?
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>La embajadora de Francia en México, Maryse Bossière, entregó ayer La orden de la Legión de Honor al coordinador de los diputados federales del PRI, Manlio Fabio Beltrones.
La condecoración destaca la gestión del legislador sonorense, para establecer puentes en el ámbito civil entre ambas naciones, rotos en el sexenio anterior por el caso de Florance Cassez.
De hecho, la embajadora gala resaltó la labor de Beltrones en ese difícil momento para las relaciones bilaterales, cuando el sonorense presidia la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.
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>No fue la enchila completa ni solo para mexicanos, pero el decreto del presidente Barak Obama permitirá a un importante número de connacionales indocumentados salir de las catacumbas jurídicas en las que se encuentran.
No es la solución que esperaba el gobierno mexicano pero sin duda es un paliativo que llega en buen momento.