>Ahora que los diputados están a punto de aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación (PRF) para el próximo año, deberán contemplar con mucha seriedad lo que está ocurriendo con las economías de Oaxaca, Guerrero y Michoacán.
Oaxaca, gobernada –es un decir- por Gabino Cué, sufre de un estado de sitio impuesto desde el 2012, con la discusión de la reforma educativa, por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
A los protestantes no les ha importado que hoteles, restaurantes y pequeños negocios que viven del turismo hayan cerrado o estén a punto de la quiebra.
La disidencia magisterial se ha cebado en la población y en un gobierno blandengue que incluso está dispuesto a cederles totalmente el control de la educación en el estado, aprobado una reforma local a la educación que va a contrapelo de la aprobada para la Federación.
Lo mismo está ocurriendo en Guerrero.
Hoteleros reportan la caída de las reservaciones del puerto en un porcentaje que va del 60% al 80 por ciento, derivada de los conflictos sociales que no acaban.
Ayer, presuntos –lo de presuntos tiene que ver con que nadie, ni el gobierno puede certificar que los protestantes eran normalistas- estudiantes de Ayotzinapa tomaron la terminal aérea del puerto, hicieron pintas y obligaron su cierre por al menos tres horas.
Y ni hablar de Zihuatanejo o de Taxco, los otros dos destinos del otrora llamado “triángulo dorado”, que comienzan a resentir la falta de ingresos que dejaba el turismo.
Lamentablemente, las expectativas de que la situación se revierta no son halagüeñas en el corto plazo.
Comenzando por el nuevo gobernador que ya dijo que “no va a reprimir” las manifestaciones –nadie le pide eso, simplemente que garantice el estado de derecho que para eso fue designado- y porque el gobierno federal optó por la estrategia de “dejar hacer, dejar pasar” con objeto de no atizar más la hoguera.
Y mientras tanto, miles de familias guerrerenses se encuentran al filo del desempleo.
Michoacán está en la misma situación; los tres estados dependen en el 95% de los ingresos federales.
Pese a los operativos del gobierno federal que efectivamente han reducido la incidencia de crímenes de alto impacto social, aún no se ha logrado restablecer el clima de seguridad que todo inversionista, del tamaño que sea, requiere para arriesgar su capital.
Tres economías estatales secuestradas, tres economías que la Federación tendrá que rescatar en el 2015.
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>Primero fue la agresión a Cuauhtémoc Cárdenas durante una marcha por los desaparecidos en Iguala y ayer fue agredido el senador Alejandro Encinas, perseguido, insultado y golpeado con varas que sostenían cartulinas, en Xalapa.
Si a ello le agrega la gritoniza y persecución de que fue objeto el ex presidente del PRD, Jesús Zambrano, la semana pasada en la UNAM, bien puede hacerse una idea de cómo ve la sociedad al perredismo.
Y a los partidos políticos en general.
Ello explica el por qué Ándres Manuel López Obrador se ha guardado y, pese a que sigue haciendo declaraciones, ya no muestra el activismo de antes de que se publicaran sus fotos con Abarca.
¡Gulp!