A punto de cumplirse diez largos meses de la desaparición de 43 normalistas en Ayotzinapa, Guerrero, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), encabezada por Luis Raúl González Pérez, presentó un análisis del estado que guarda la investigación.
De este documento se desprenden 26 observaciones a la Procuraduría General de la República, que fundamentalmente se refieren al agotamiento de las líneas de investigación, cosa que no se ha hecho, y a no descartar ninguna hipótesis, por descabellada que parezca.
Estas observaciones sintetizan, en buena medida, las que en su oportunidad hicieron los padres de los estudiantes desaparecidos cuando el exprocurador Jesús Murillo Karam ofreció una conferencia para presentar la “verdad histórica” de los acontecimientos ocurridos el 26 de septiembre del 2014.
Como recordará, en día de la conferencia de Murillo, se presentó un video de varios minutos en el que se recrean la ruta y los acontecimientos que terminaron con el asesinato e incineración de los 43 normalistas.
Pues bien, ayer González Pérez desestimó este video –lo descalificó, pues-, ya que, dijo, “del expediente se advierten recreaciones individuales de un segmento de la ruta de desaparición, de acuerdo a testimonios singulares de algunos involucrados, diligencias aisladas que, a juicio de esta Comisión Nacional, no reúnen los requisitos legales para estimarlas una reconstrucción de hechos”.
Es decir, que el video se fundamentó en testimonios individuales que sirvieron para recrear un comportamiento colectivo que pudo no ser como se difundió en el video.
El caso es que la CNDH reabrió el caso, que aparentemente se encontraba hibernando y puso en entredicho la “verdad histórica” presumida por el entonces procurador Murillo Karam.
Esa no fue, según se infiere del documento de la CNDH, una verdad histórica, sino histriónica.
Toca al turno de la nueva procuradora, Arely Gómez, retomar las observaciones de la Comisión y satisfacer la demanda de información de los padres delos 43.
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Por cierto, en el mismo documento de la CNDH, por primera vez pide a la PGR indagar a la dirección de la normal rural “Isidro Burgos” para saber con certeza por qué los estudiantes fueron llevados a Iguala y por qué la mayoría de ellos eran de primer ingreso.
No es un asunto menor porque ello determinaría el móvil que tuvieron sus verdugos para desaparecerlos.
A ver si la PGR se atreve a tocar con el pétalo de un citatorio a la directiva en pleno de esa escuela.
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A propósito de las declaraciones de Miguel Herrera, técnico de la selección mexicana de fútbol sobre el partido que le regalaron contra Panamá “no era penal, pero yo no tuve la culpa” (de que lo marcará el árbitro), equivale tanto como el ver que a una persona se le cae la cartera y en lugar de recogerla para entregársela, se la queda y se gasta el dinero y hace compras con la tarjeta de crédito.
Es, al final de cuentas, una cuestión de principios.
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Dice el Coneval que somos dos millones de pobres más en el país y que una parte de ese incremento se debe en buena medida al crecimiento demográfico.
Es decir, que un alto porcentaje de niños nacidos entre el 2012 y el 2014, fecha que abarca el estudio, nacieron pobres.
Y eso no es una buena señal para el país.
Por cierto, en Coneval estimó en 46.2 millones de personas, a los pobres mexicanos.