» Peña asume costo político y no hace cambios

Esta nota fue creada el lunes, 20 julio, 2015 a las 6:03 hrs

¿Por qué ante la crisis de gobierno que significó la fuga del “Chapo” Guzmán el presidente Enrique Peña se ha negado sistemáticamente a rehacer su gabinete?

Dos razones: Peña tiene una muy particular interpretación de la lealtad.

Lo demostró desde que fue gobernador del estado de México, en cuya administración los cambios en el gabinete fueron mínimos, a contrapelo de su antecesor, Arturo Montiel Rojas, que realizó más de 30.

La otra tiene que ver con el hecho de que, a los ojos del país, el responsable directo de los sucesos que permitieron la fuga del Chapo Guzmán es el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, que se la jugó con Peña años antes de que el mexiquense fuera designado candidato presidencial.

Quitar a Osorio, como piden la oposición y un grupo muy marcado de la sociedad, rompería los muy frágiles equilibrios que existen en el gabinete rumbo a la sucesión presidencial del 2018.

Peña se desharía de un político que representa la competencia directa de un tecnócrata como lo es el secretario de Hacienda, Luis Videgaray y más abajo el jefe de la Oficina de la Presidencia Aurelio Nuño; ambos han hecho equipo.

Si el precario equilibrio sucumbe por la crisis del Chapo, Videgaray se quedará solo como “tiro al blanco” pues, pese a la mala marcha de la economía, en este momento no figuran en el escenario sucesorio algún otro secretario de Estado o gobernador que saliera al quite.

Peña decidió pagar el alto costo político de mantener a Osorio considerando el mal menor de cara a la sucesión que ya se adelantó, a pesar de que en los análisis de medios y en la comentocracia las posibilidades de que el actual secretario de Gobernación se haga de la candidatura presidencial por el PRI también se fueron por un tubo.

Perdón, por un túnel.

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Ernesto Zedillo quería como pocos, a su primer secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma Barragán.

Y sin embargo, no se tentó el corazón para destituirlo el 28 de junio de 1995, días después de la matanza de Aguas Blancas, Guerrero; su lugar fue ocupado por Emilio Chuayffet, hoy secretario de Educación.

Moctezuma cayó para arriba y fue designado Secretario de Desarrollo Social, la secretaría que creó Carlos Salinas de Gortari para impulsar a Luis Donaldo Colosio.

Todos los presidentes han debido sacrificar a sus compañeros e incluso a sus amigos, en aras de la gobernabilidad del país.

El ejemplo extremo sin duda fue el de Lázaro Cárdenas quien el 14 de junio de 1935, solicitó la renuncia de todo –de todo- el gabinete, incluido la del Procurador General de Justicia y la del jefe del Departamento del Distrito Federal.

La renuncia fue solicita por Cárdenas como una reacción a las feroces críticas que estaba recibiendo su gobierno de parte del ex presidente Plutarco Elías Calles, que amenazaba con otro golpe caudillista, como los que vivió el país a partir de 1910.

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Fuerzas federales detuvieron ayer en Aquila, Michoacán, a Semeí Verdía, líder de las autodefensas de esa zona colindante con Colima.

Un grupo de personas, entre los que se encontraban menores de edad, se trasladaron a la cabecera municipal para pedir la liberación de Verdía –que para entonces ya no se encontraba ahí- y entonces se desató un enfrentamiento presuntamente contra militares que dejó un menor muerto y varios heridos.

Al menos es la información que los propios pobladores difundieron en las redes sociales; hasta el cierre de este espacio no había información oficial al respecto, de ninguna autoridad.

Si fue cierto, quedará claro que Michoacán está muy lejos aún de ser el territorio tranquilo que alguna vez fue.





           



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