>Para poder dar cumplimiento a varias de las más fuertes ofertas de campaña que realizó Enrique Peña Nieto, su partido, el PRI, tendrá que reformar sus estatutos en temas delicados como es la participación privada en Pemex y la negativa a modificar el Impuesto al Valor Agregado (IVA), entre otros.
Desde la campaña presidencial de Roberto Madrazo, el PRI se había entrampado en la discusión si permitía o no la apertura de Pemex al capital privado y si avalaría el aumento del IVA.
La opinión de los priístas era que, si se avalaban ambas propuestas, tendrían que borrar las miles de bardas en las que se habían comprometido, en campaña, a rechazarlas.
Ahora el escenario vuelve a repetirse, pero con la novedad de que el PRI encabezará el Poder Ejecutivo desde la Presidencia.
Para cumplir las promesas de Peña Nieto en materia económica, se requiere de una reforma fiscal que pasará, necesariamente, por el incremento del IVA, que es el gravamen generalizado que todo mundo paga y cuya recaudación es inmediata.
Habrá también propuestas para modificar las tasas de ISR y hasta del IETU, cuya desaparición exige el sector empresarial, pero ese ya será tema de la iniciativa de reforma que eventualmente envié al Congreso el nuevo gobierno.
Por lo pronto, al interior del PRI ha comenzado la discusión sobre los límites que deben mantener los estatutos del partido.
Se tiene que hacer una reforma, está claro, si se quiere hacer una reforma a Pemex como la que se práctico a Petrobras en Brasil, que colocó a esa empresa entre los primeros lugares de producción y eficiencia.
Ya se sabe que siempre que se habla de Pemex, surgen los nacionalistas que defienden la “propiedad del Estado’’ sobre los hidrocarburos; el asunto ahora es que la dirigencia del PRI tendrá que convencer primero a sus legisladores de que la salvación de la ruinosa situación de la paraestatal es la inversión privada en algunos rubros.
Después el debate nacional.
>Los días siguen transcurriendo y ni la dirigencia nacional del PRD ni la local han conseguido que el diputado Rubén Escamilla, acusado de pedirle favores sexuales a una mujer a cambio de una basificación en su trabajo, solicite licencia para separarse del cargo.
Escamilla fue evidenciado en un video que dio la vuelta al mundo, cuando se desempeñaba como delegado en Tláhuac.
A pesar del escándalo, el PRD no le retiró la candidatura a diputado federal que ya tenía; rindió protesta como legislador y ahora tiene fuero.
Y como está de “fuerte’’ la dirigencia nacional del partido, nomás no se ve que se en breve deje la curul; o sea, que acosador y todo habrá que seguirle pagando de nuestros impuestos.
>A pesar de la premura, todos los partidos en San Lázaro aseguran que el próximo martes 25, estará listo el dictamen de la iniciativa de reforma laboral enviada por el presidente Calderón.
Si pasa, será una reforma total y absolutamente descafeinada. Ya lo verá.