Ayer le llovieron desmentidos al secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong.
Comenzado por al Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), a la que, en un afán de explicar lo inexplicable, Osorio responsabilizó de los “puntos ciegos” que tiene la videovigilancia en las celdas del penal del Altiplano.
Estos “puntos ciegos” de la cámara de vigilancia, son dos, como quedó demostrado en el video que presentó Monte Alejandro Rubido, comisionado nacional de Seguridad: un medio muro que impide la visibilidad de la regadera y un lavabo que impide ver el escusado a ras de suelo que hay en las celdas.
El “Chapo” Joaquín Guzmán Loera y sus secuaces –aún no se sabe si internos y externos-, aprovecharon ese bien detalle para concretar la evasión.
Los videos que presentó Rubido muestran los últimos minutos del Chapo en la cárcel; pero la duda principal sigue siendo: ¿cuánto tiempo pasó desde que el hoy evadido dejó de verse en la cámara de vigilancia y el aviso de alerta roja?
Pero sobre todo, ¿cuánto tiempo pasó para que se activaran todos los protocolos que explicó ayer Rubido y que debieron cumplirse al pie de la letra para evitar la evasión?
La duda principal sigue siendo esa, el tiempo de reacción de los aparatos de seguridad interna y externa.
Si la reacción hubiera sido inmediata la fuga no se habría concretado; para recorrer kilómetro y medio en las condiciones en las que se encuentra el túnel se requirieron entre 10 y 15 minutos y, por lo que se ve en el video, el Chapo no estaba como para competirle a Usain Bolt.
Cierto, el gobierno ha cumplido con mostrar públicamente el escenario de los hechos y los videos; pero esto no es una concesión a la población, sino su obligación.
Falta sin embargo la pieza importante del rompecabezas: ¿cuánto tiempo tardó el Estado en reaccionar?
Ahí está el detalle.
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Hoy, hoy, hoy, se cumple el primer plazo fijado por el jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, para la evaluación de su gabinete legal y ampliado.
De acuerdo con el anuncio que hizo hace dos semanas, las renuncias de todos sus colaboradores tiene fecha vigente a partir de hoy pero será hasta septiembre cuando Mancera informe quién pasó la prueba y quién no.
La sorpresa sería –y no se descarta-, que a partir de hoy uno o varios funcionarios dejaran sus puestos de mutuo propio, lo que le ahorraría al jefe de gobierno tener que darles las gracias.
Como sea, a partir de hoy la población defeña no dejará de mirar al Zócalo.
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Hoy también será un día histórico para el país.
Por primera vez, se licitarán entre 33 empresas registradas, 14 áreas petroleras de la llamada Ronda Uno, en la que no participará Pemex.
Bajo el esquema de producción compartida, Comisión Nacional de Hidrocarburos abrirá los sobres que contienen las ofertas por cada una de estas áreas.
Ganará el mejor postor, el que ofrezca más; los nombres de los ganadores se oficializarán el 17 de julio y los contratos, si no hay inconvenientes, se firmarán el 21 de agosto.
Entonces se verá con mayor certeza de qué tamaño fue la reforma energética.
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