>En México es una tradición que cada que se quiere postergar una solución se crea una “comisión”.
El PAN no estuvo exento de caer en esa práctica y durante su sesión de Consejo Nacional determinó crear una Comisión de Evaluación y Mejora, integrada en su mayoría por los representantes de los grupos en disputa, es decir, los encabezados por el presidente Felipe Calderón y el presidente del partido, Gustavo Madero.
Los simpatizantes de la propuesta de Calderón para “refundar” el partido son más, pero no hacen la mayoría en la Comisión, en la que participan también “panistas independientes”.
Esta Comisión tendrá que hacer un diagnóstico que será presentado a más tardar el 15 de octubre próximo para su análisis; el calendario establece que el documento final será discutido por el Consejo Nacional en marzo del próximo año, es decir, que ya no le tocará al presidente Calderón encabezar la revolución azul.
La pregunta es, ¿qué se puede esperar de dicha Comisión luego de tantos análisis que se han realizado después de la estrepitosa caída del blanquiazul en la elección federal pasada?
Desde los candidatos pigmeos reconocidos por el propio Calderón hasta las prácticas más corruptas como los inflados del padrón panista han sido puestas en la mesa de la discusión.
¿Hasta dónde tendría que llegar el panismo para recuperar su esencia, sus principios y valores que le hicieron convertirse en el primer partido en sacar al PRI de Los Pinos?
¿Dónde perdió el rumbo el panismo y quién o quiénes fueron los responsables del desastre que es hoy el blanquiazul?
>Por cierto, se espera que esta semana Madero anuncie los nombres de los coordinadores parlamentarios en el Senado y la Cámara de Diputados; en ese lance también medirán fuerzas los grupos que quieren el control del PAN.
La semana pasada, durante su reunión en Querétaro, un grupo de influyentes panistas estuvo cabildeando entre los diputados electos a favor de Luis Alberto Villarreal, para que fuera el coordinador.
Ese mismo grupo fue el que cabildeó a favor de Ernesto Cordero para que se convierta en el coordinador de los senadores; ambos, Villarreal y Cordero, son vistos como los candidatos del presidente Calderón.
Y aunque la decisión de nombrar coordinadores recae estatutariamente en el presidente del PAN, la pregunta es si finalmente se impondrá el peso de la figura presidencial en esta decisión.
>Los días 15 y 16 se reunirán en Acapulco la crema y nata de la cúpula perredista, desde gobernadores, legisladores y gobernadores electos y desde luego la dirigencia nacional.
La idea es establecer una agenda legislativa y acordar los pasos a seguir una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación califique la elección.
Porque si bien diputados y senadores electos ya establecieron que ellos sí tomarán posesión de sus cargos, nomás no quieren verse como traidores; se exponen al linchamiento perredista.