Mayoritariamente, la evaluación de los más de 50,000 maestros que disputan una promoción a niveles de dirección, supervisión o asesoría pedagógica de educación básica, se realizaron entre sábado y domingo sin mayores contratiempos.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) consideró que en la evaluación participó el 83% de los profesores que buscaban unos de los 9 mil puestos en disputa y que sólo el 17% no pudo hacerlo básicamente por la oposición de la CNTE en los estados de Oaxaca y Michoacán.
En Chiapas, el sábado pasado, hubo un intento de boicot al concurso pero la disidencia magisterial fue controlada por la policía local, que se mantuvo pendiente del resguardo de las sedes donde ocurrió la evaluación.
Vale la pena hacer la aclaración de que la evaluación del fin de semana fue con fines de promoción; es decir, el concurso por plazas de dirección y de asesoría que implican una mejora económica y en el status laboral.
No fue, como se ha confundido, la evaluación que se hará para certificar las capacidades del maestro frente a salón de clases y de la que, en teoría, dependerá la permanencia del sujeto en cuestión como docente o como un simple trabajador de un área administrativa.
Quizá porque se trató de una prueba para la promoción la CNTE hizo como que protestaba pero no se radicalizó en la forma en la que se esperaba, en otros estados, incluido el DF en donde tienen un contingente muy importante en la sección 11 del SNTE.
Pero en breve ocurrirá una evaluación para el ingreso del nuevo personal docente.
Si la SEP de Emilio Chuayffet cumple con el calendario –si es que todavía sigue en el cargo-, los días 4 y 6 de julio se realizará la evaluación para el ingreso y promoción a los cargo de dirección, supervisión y asesoría técnico pedagógica en educación media superior para lo cual hay registrados “nada más” 46 mil 433 aspirantes.
Los días 11 y 19 de julio, se realizará el mismo concurso de oposición pero en este caso para educación básica, para el cual “nada más” se inscribieron 151 mil 581 postulantes.
No se ha dicho cuántas plazas se pondrán a concurso en ambos niveles, sobre todo las de nuevo ingreso, pero esas evaluaciones serán, sin duda, el termómetro para saber si la CNTE va en serio o ya hubo una negociación para matizar el conflicto.
Ya se verá.
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Quién sabe si por ignorancia o por presiones inconfesables, la semana pasada el gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, inauguró en Reynosa, una calle que lleva el nombre del fundador del Cártel del Golfo, Juan Nepomuceno Guerra.
Precisamente a ese cartel se le atribuye el asesinato de su hermano, Rodolfo, cuando este disputaba la gubernatura del estado, que tras su muerte fue heredada a su hermano hoy gobernador.
No se sabe si habrá una reconsideración del tema, pero como vamos no sería raro que al rato hubiera parques y jardines, plazas públicas, que exaltaran los nombres de otros capos famosos.
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Será lo que será, pero después de la alharaca de las elecciones no hay en el escenario nacional un conflicto poselectoral grave, como después de otras elecciones.
Salvo las impugnaciones del PRD en la elección de Guerrero, que acusó al priista ganador Héctor Astudillo de haber sido financiado por el crimen organizado y la del PAN en Manzanillo, que acusó la inyección de votos para hacer ganador al PRI, todo ha sido más mediático que jurídico.
Y “haiga sido como haiga sido”, para citar al clásico, dentro de todo el lodazal que hubo en la pre y luego en las campañas, las elecciones y el post electoral han transitado pacíficamente.