Elba Esther Gordillo enfrenta una disyuntiva nada sencilla por sus efectos políticos y afectivos.
Sucede que la profesora vio con buenos ojos la propuesta de que Luis Castro Obregón fuera el reemplazo de Jorge Kahwagi en la abandonada dirigencia de Nueva Alianza.
Castro, un hombre con preparación política, radicado en España los últimos 10 años, fue secretario particular de la profesora en los momentos más complicados del conflicto magisterial de 1989, justo en el ascenso de Gordillo y la caída de Carlos Jongitud Barrios.
En la balanza, Castro fue infinitamente superior a otro aspirante, Emilio Zebadúa, a quien la maestra rescató hace unos años.
Todo iba bien hasta que Mónica Arriola, la hija de la profesora, sorpresivamente levantó la mano para reclamar su derecho a la presidencia de Nueva Alianza.
Ello ha dificultado el acuerdo.
Los aproximadamente 450 consejeros que votarán por el nuevo presidente –un delegado por cada uno de los 300 distritos electorales federales más 150 aliancistas con cargos de elección popular-, han recibido llamadas de gente cercana a Gordillo para indicarles que no se confundan, que la decisión es por Castro Obregón.
Sin embargo, no hay la garantía de que voten a favor del elegido pues el peso de ser “hija de la maestra’’ es mucho a la hora de las definiciones.
De hecho, los consejeros que toman por bueno a Castro no quieren a Arriola como secretaria general del partido pues le haría la vida imposible a quien resultara electo; sería una especie primera ministra con facultades plenipotenciarias en detrimento del liderazgo del presidente.
El problema está precisamente en los afectos de la profesora; si bien ya decidió que el elegido es Luis Castro, su hija no ha dejado de reclamarle lo que considera su derecho a competir por el cargo y no se sabe si finalmente Arriola, que superó un agresivo cáncer, logrará convencer a su madre de que “es su turno’’.
¿Le ganará el corazón a la razón a la profesora?
Santiago Creel Miranda presentó el fin de semana pasado su equipo de precampaña que , panistas a la candidatura presidencial.
Creel dijo que aprendió de los errores cometidos en su precampaña haca cinco años, cuando a la hora buena perdió la candidatura con Felipe Calderón.
Y aunque luego de la competencia sus relaciones con el equipo del ahora Presidente nunca fueron buenas, Creel dijo que durante el proceso difundirá los logros de Calderón lo que es desde luego una decisión esperada. Ir en contra sería un suicidio.
A pesar de que el IFE aseguró que no invade tareas legislativas en el caso de la reglamentación del derecho de réplica, para la Cámara Nacional de la Industria de las Telecomunicaciones por Cable, que preside Alejandro Puente, existe una violación flagrante a la ley.
Y es que el IFE ordenó a los concesionarios de la televisión restringida ceder espacios a partidos y gobierno además de retirar propaganda oficial como si fuera televisión abierta. Y no lo es, porque su legislación es diferente.