Quienes estuvieron presentes en la reunión que sostuvieron un grupo de diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), encabezados por Alejandra Barrales y la presidenta de la Comisión del DF de la Cámara de Senadores, María de los Ángeles Moreno, no pudieron soslayar al arrogancia con la que la priísta trató a los diputados locales.
Barrales y los coordinadores de las fracciones parlamentarias en la ALDF acudieron al Senado para entregar un “extrañamiento” a los legisladores por el hecho de no haber incluido la reforma política del DF, consensuada con todos los partidos, en el debate y aprobación de la reforma política ocurrida ayer.
En agosto del año pasado, los diputados locales acudieron al Senado para entregar el documento en una ceremonia en la que los senadores se comprometieron a estudiar y aprobar la reforma política del DF, que básicamente pretende dotar de una Constitución propia a la capital del país.
La realidad es que el tema nunca estuvo entre las prioridades del Senado de la República, porque desde el principio se consideró que dotar de una Constitución al DF sería tanto como “hacerle la chamba” a Marcelo Ebrard y ayudarlo en sus aspiraciones presidenciales.
De los Ángeles Moreno, acusan, trató a los diputados locales como subordinados, en ocasiones con sarcasmo pero siempre con la arrogancia que la ha caracterizado; ¡nomás faltó que los regañara por haberse atrevido a protestar!
Y aunque la reunión concluyó con el compromiso de que ‘ahora sí, de veritas que le vamos a entrar’, a los diputados locales les quedó claro que en tanto la priísta siga al frente de la Comisión del DF su propuesta está muerta.
Ni hablar. Los tiempos electorales, pues.
Si usted escucha mencionar a Mal-Verde en el IFE no es que se estén refiriendo al patrono de los sinaloenses.
Se trata del adjetivo que varios consejeros electorales le espetaron a los representantes del Partido Verde Ecologista, encabezados por Arturo Escobar, que denunciaron casi casi un complot del Consejo General del IFE en su contra para sancionarlos con casi 300 millones de pesos por contratar publicidad tramposa y haber rebasado los topes de campaña en el 2009.
Sin embargo, el consejero Alfredo Figueroa denunció públicamente que Escobar le había ofrecido respaldarlo en sus aspiraciones por la presidencia del IFE presumiblemente a cambio de votar en contra de la multa.
Al final de cuentas la multa no pudo ser ratificada porque hubo un empate en la votación -3 a favor 3 en contra-, por lo que se decidió, luego de dos rondas, esperar a que los diputados designen a los tres consejeros faltantes para reponer la sesión.
Por eso el interés del Verde en impulsar a “su gallo” para que llegue al IFE, pues su votó podría costar 300 millones de pesos, nada más.
El candidato de PRI a la gubernatura del estado de México, Eruviel Ávila, se dará una placeada por San Lázaro este día. Recibirá calor de los diputados federales de su partido.