No parecía que se fuera a animar, pero finalmente el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, decidió quitarle jurídicamente el control de la educación a la temida sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Criticado severamente en los cinco años que lleva su gobierno –será relevado en el 2016- por su pasividad ante los embates de la CNTE no solo en contra de la educación sino de la sociedad oaxaqueña en general, Cué sorprendió ayer con el decreto con el que se crea el nuevo Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), que estaba bajo el control de la disidencia magisterial desde 1992.
Una interpretación convenienciera del acuerdo de descentralización educativa que se firmó entonces, entre el presidente Carlos Salinas y el gobernador Heladio Ramírez López, permitió que la CNTE se apropiara del IEEPO.
No solo nombraba al director y a todos los funcionarios sino que dictaba la política educativa del estado; utilizaba los millonarios recursos públicos que se destinaba a ese rubro para hacer proselitismo a favor de sus causas, que no eran las de los niños que debían educar.
La CNTE condicionó incluso la recepción de los apoyos federales como el Progresa y el Procampo al apoyo de sus manifestaciones.
El mecanismo era sencillo pero inmoral: para que las familias recibieran el apoyo, tenían que demostrar que sus hijos iban a la escuela.
Y como los profesores de la CNTE eran quienes firmaban la carta que acreditaba el cumplimiento del requisito, si la familia no apoyaba las causas de la disidencia magisterial, no había carta y por lo tanto no había ayuda oficial.
La decisión de Cué, apoyada, al menos mediáticamente por Los Pinos y el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, erradica por completo a los miembros de la CNTE de la dirección del IEEPO.
Los más de 600 “comisionados’’ tendrán que regresar a las aulas –dije aulas, no jaulas-, y dar clases o serán sancionados.
Y quizá lo más importante, es que con el decreto que da forma al nuevo IEEPO, la CNTE ha perdido una fuente de financiamiento que le permitía seguir operando en la entidad y aún financiar a otras secciones en el país.
Ahora el gobierno de Cué y el federal deberán estar preparados para los coletazos que seguramente dará la CNTE, que ya amenazó con paros, marchas y tomas de carreteras en protesta por la “provocación’’ del gobernador oaxaqueño.
A ver.
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Después de meses de no haberse encontrado, la tarde del lunes se reunieron en privado el jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera y el dueño de MORENA, Andrés Manuel López Obrador.
La reunión sirvió para limar algunas asperezas entre ambos que si bien es cierto no son amigos, tampoco son enemigos declarados.
Mancera respetó las posiciones de algunos colaboradores identificados abiertamente con el tabasqueño, como la ex secretaria de Desarrollo Social, Rosa Icela Rodríguez, que fue enviada a la Secretaría de Desarrollo Rural.
Mancera y López Obrador se volverán a reunir en breve, pues el encuentro del lunes reabrió un canal de comunicación que por meses y meses estuvo bloqueado.