>Resulta curioso que desde la prensa extranjera no solo se cuestione la eficacia del gobierno del presidente Enrique Peña sino que hasta le sugieran los cambios que debe realizar en su gabinete, con nombre y apellido.
No está a discusión la tarea crítica de la prensa, nacional o internacional, es su derecho y obligación.
Pero hay una diferencia entre la crítica por las actuaciones u omisiones y la velada exigencia de cambiar a funcionarios.
Por eso flaco favor le hacen al sonorense Manlio Fabio Beltrones al promoverlo como seguro sustituto de Miguel Osorio Chong, secretario de Gobernación.
Más que una promoción, se trata de un golpeteo político.
Beltrones compitió por la candidatura presidencial con Peña Nieto y declinó cuando midió sus posibilidades reales; ha sido uno de los ejes para la aprobación de las reformas peñistas, como le ha reconocido el propio jefe del Ejecutivo.
Recientemente, Beltrones, en su calidad de presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, logró la aprobación del presupuesto de egresos para el próximo año, en una sesión casi tersa que hizo parecer el trámite casi como un juego.
No fue necesario – como sucedía antes-recurrir a la entelequia de disponer en la Cámara un tiempo distinto al del resto del país al “detener” el reloj parlamentario para no superar el plazo legal que establecía la Constitución.
A muchos se les olvida pero hasta hace poco la discusión y aprobación del presupuesto anual convertía a San Lázaro en un escenario de verdaderas batallas campales por la disputa de los recursos, en un proceso desordenado y hasta violento.
Beltrones encabezó la negociación que concluyó dos días antes del plazo establecido por la ley, porque hasta la oposición le reconoce su ascendencia y el respeto de acuerdos.
El diputado tiene años siendo mencionado para la Secretaría de Gobernación, del cual fue subsecretario, pero aún cuando goza del reconocimiento del presidente Peña, no forma parte de su grupo político, en donde algunos de sus integrantes lo ven con suspicacia…o temor.
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En la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se sorprendieron, por decir lo menos, con las decisiones que tomó el recién designado Consejero de la Judicatura Federal, Felipe Borrego Estrada.
Borrego Estrada ordenó la compra de dos vehículos de lujo para su servicio personal, lo cual se puede inscribir entre la cultura política del país.
Pero lo que más llamó la atención, es que faltando menos de un mes para la designación del nuevo presidente de la Corte, que sustituirá al ministro Juan N. Silva Meza, Borrego designó al contador Guillermo Casas, también panista, como titular de la importantísima Dirección de Servicios Generales, que lamentablemente quedó evidenciada cuando la encabezó la contadora Isabel Jiménez, recordada mejor por el “toalla gate”, en los tiempos de Fox.
Se supone que esos nombramientos son un atribución de quién encabezará el Poder Judicial y el Consejo de la Judicatura pero Borrego Estrada simplemente los madrugó.
Y en la Corte no están contentos por ello.
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>Carlos Navarrete no va a renunciar a la presidencia del PRD a menos que así lo determine el Consejo del partido, que se reunirá el próximo 29 de noviembre.
Así que el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas tendrá que acudir al evento para exponer el por qué le conviene al partido la renuncia de Navarrete y compañía, como lo pidió en una carta, si quiere refundar el partido que hoy, ante la ciudadanía, esta “refundido”.