El villano favorito de Morena, especialmente de López Obrador, y responsable de todo lo que no hizo el tabasqueño en materia de seguridad “por su culpa’’, Genaro García Luna, será sentenciado mañana miércoles en una corte de New York.
Será el juez Brian Cogan, el mismo que sentenció a Joaquín Guzmán, El Chapo, quien defina el futuro del exsecretario de Seguridad con Felipe Calderón Hinojosa, ante quien comparecerá Ismael Zambada, El Mayo, el viernes próximo.
Un jurado encontró culpable a García Luna por cinco cargos asociados al narcotráfico; la Fiscalía pide la pena máxima, cadena perpetua, al igual que ocurrió con El Chapo.
García Luna y Calderón se convirtieron en los villanos más nombrados por López Obrador, quien acusó al dueto de haber permitido un “narco estado’’, aunque las estadísticas oficiales demuestran que México, hoy, está mucho peor en materia de seguridad y delincuencia organizada, que en el sexenio calderonista.
De eso no se habla, ni de la incompetencia mostrada en el sexenio pasado para detener la colonización, por parte de los cárteles, de una extensión cada vez más grande del territorio nacional.
Condenado García Luna, ¿se acaban los pretextos?
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Más falsa que promesa de campaña resulta la versión de que el PRI “le dio el quórum’’ que necesitaba Morena el sábado, en el Senado, para legitimar la rifa de la vergüenza.
Morena y sus socios tenían la mayoría requerida para el quórum, como sucedió, y los legisladores del tricolor, a diferencia de los del PAN y el MC, que decidieron no acudir, llegaron a la sesión cuando ésta había comenzado.
Es decir, que el quórum se decretó solo con los senadores del partido oficial y sus socios, hubiera o no ido el PRI.
Pero, sin duda, si los legisladores del tricolor no hubieran acudido, igualmente habrían sido criticados.
Al final, los tricolores hicieron lo que tenían que hacer: dar el debate en la tribuna y votar en contra de lo que consideran un retroceso en la vida política del país, aunque la defensa de su posición haya sido testimonial.
Hasta ahora, ha sido el PRI, dígase lo que se diga, el único partido de oposición que no ha variado su postura en los temas de interés nacional.
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El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, responsabilizó ayer a algunos medios de comunicación por lo que “le pudiera pasar a él y a su familia’’ después de que se publicara que no existe registro de su entrada a Estados Unidos, el 25 de julio pasado.
En esa fecha ocurrió el secuestro de Ismael Zambada, El Mayo, y el asesinato del exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén.
Rocha dijo que justo ese día no se encontraba en la entidad porque había hecho un viaje a Los Ángeles, California, cuya veracidad está siendo cuestionada con información atribuida a las oficinas del Gobierno de EUA, encargadas del registro migratorio.
El gobernador pudo, en su defensa, haber mostrado tickets de compra, fotos o videos de su estadía en esa ciudad, pero se ha limitado a ofrecer la bitácora del vuelo en el que se incluya su nombre como prueba reina de que, efectivamente, no estuvo en Culiacán ese 25 de julio.
Y mientras el funcionario más se enreda con sus explicaciones, cada vez se oye más fuerte la versión de que dejará el cargo pronto.
A ver.
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El periódico 24 HORAS cumple 13 años de servicio a la sociedad.
Una felicitación a todo el equipo encabezado por Antonio Torrado, sin cuyo ímpetu y creatividad esto no habría sido posible.
Abrazo, compañeros.
@adriantrejo
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