>A menos que haya una señal en contrario, mañana se exhibirá en la Cámara de Diputados el documental “De Panzazo”, realizado por el periodista Carlos Loret de Mola, en el que se muestran sin maquillaje las deficiencias del sistema educativo mexicano.
El acuerdo fue tomado por los coordinadores parlamentarios de casi todos los grupos, con excepción de Nueva Alianza por razones obvias; las invitaciones se hicieron llegar desde el viernes pasado a los quinientos diputados.
Será, sin duda, una exhibición taquillera, no solo porque aborda un tema que es fundamental para explicar la situación actual del país, sino por la carga ideológica y política del documento.
De entrada, es innegable que el momento en el que se exhibirá la cinta coincide con la elección presidencial en la que, por cierto, Nueva Alianza, el partido de la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, va solo.
Indudablemente que el documento fílmico tendrá un impacto negativo en la imagen no solo de Gordillo, sometida a fuego cruzado desde hace varios meses por quienes alguna vez jugaron como sus aliados políticos, sino en el llamado Panal.
El partido pasa por una crisis luego de la ruptura de la alianza con el PRI; sus cuadros políticos, o mejor dicho, los alumnos de la profesora como Miguel Ángel Yunes, Fernando González, entre otros, se encuentran bajo el escrutinio público y no salen bien librados.
Otros como Roberto Campa y Benjamín González Roaro, sin romper abiertamente con la profesora han marcado una “sana distancia”. Por eso el Panal tuvo que recurrir a externos para hacerlos candidatos a la jefatura de gobierno del DF y a la Presidencia.
No es cierto que se abrió a la sociedad, simplemente no tenían cuadros propios para competir.
Así que el documental realizado por Loret obligará –de hecho ya lo hizo- a replantear las ofertas de campaña del Panal y del propio SNTE.
Sería una aberración ideológica que “el partido del magisterio” mudara su oferta de más y mejor educación por el tema “ecológico”, de acuerdo con el perfil de su candidato presidencial que está obligado, este sí, a lograr la votación necesaria para mantener el registro nacional del partido.
Aunque sea de panzazo.
>Algo debieron haber detectado los generales en el cuartel del priísta Enrique Peña Nieto en las encuestas recientemente publicadas las cuales le conceden una ventaja promedio de 20 puntos sobre el segundo lugar que es Josefina Vázquez Mota.
Real o “cuchareada”, como sus adversarios suponen, la ventaja parece no haber convencido a los encargados de la campaña del candidato tricolor por lo que en estos días de veda electoral, se dedicarán a replantear cada una de las estrategias.
Así que recién comience oficialmente las campañas, el 30 de marzo próximo, el PRI amenaza con convertirse en una locomotora.
¿Será?