>Ahora sí, a marchas forzadas, negocian los coordinadores parlamentarios de los tres partidos grandes en el Senado de la República, los dictámenes de las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones y política.
Y es que pese a la ruta trazada por las Comisiones que debían aprobar el dictamen en telecomunicaciones –Comunicaciones (PAN), Radio y Televisión (PRD) y Estudios Legislativos (PRI), el engrudo se les hizo bolas y el grupo parlamentario del PRD decidió que presentará su predictamen hoy.
La razón del exabrupto del perredismo es que el dictamen que será presentado hoy a las Comisiones Unidas no resultó de un trabajo en conjunto sino de la visión muy particular del senador Javier Lozano Alarcón, presidente de la Comisión de Comunicaciones.
Es decir, que de acuerdo con los perredistas, el dictamen “es de Lozano, ni siquiera del PRI y así no vamos a caminar”.
Como quiera, en el PRD no se levantan de la mesa y el dictamen que presentará servirá para la negociación pues calculan que tanto el PRI como el PAN no correrán el riesgo de mayoritearlos en las Comisiones Unidas.
El costo político, dicen, sería demasiado alto para ambos partidos.
Pero, ¿y si el PRI ya decidió correr el riesgo?
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>Lo que hoy aparentemente si resolverán los senadores será el tema de los siete nuevos comisionados del nuevo IFAI.
Los senadores recibieron ayer una lista con 25 nombres de los más de 150 candidatos entrevistados, realizada por un grupo de notables.
A diferencia de lo que ocurrió con los diputados y las listas del nuevo INE, los senadores no están obligados tomar en cuenta la lista recibida a manera de recomendación, pero seguramente habrá coincidencia en varios nombres.
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>Luis Castro Obregón, presidente de Nueva Alianza, se apresuró a desmentir la especie de que el partido estaba en negociaciones con el ex dirigente del PRI en el DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, que será expulsado del tricolor y además enfrenta ya, en calidad de indiciado, una investigación por el delito de tratas en la Procuraduría de Justicia capitalina.
Y es que una cosa es asilar a políticos en desgracia, como René Arce, pero otra enemistarse con los enemigos de Gutiérrez, que si las pueden.