>La legislación secundaria en materia energética será aprobada, como ya se sabe, por el PAN, el PRI, el Verde Ecologista y Nueva Alianza.
Desde el inicio del proceso parlamentario, quedó definido el escenario; el PRI no requiere del voto favorable de las dos terceras partes de la asamblea porque no se trata de una modificación constitucional.
Pero por cortesía política o por la necesidad de compartir los costos, ha tratado de buscar el mayor de los apoyos para todas las reformas planteadas.
El PAN encareció el voto pero irá con el PRI; el PRD, que dijo votaría en contra pero daría el debate, se retiró de la negociación alejando ilegalidad en el método de trabajo de las Comisiones de Energía y Estudios Legislativos Primera.
Lo que no está previsto, es hasta dónde puede endurecerse la posición del PRD, como ya advirtieron el secretario general del partido, Alejandro Sánchez Camacho.
El escenario para las reformas secundarias en materia energética y de telecomunicaciones sean aprobadas en un debate legislativo, difícil, complicado, pero al fin y al cabo dentro de los límites de la política, se complica por la elección del presidente nacional del PRD.
El partido del sol azteca bajo la conducción de “los chuchos” –Jesús Ortega y Jesús Zambrano-, ha sido acusado de haber pactado con el PRI y el gobierno.
De cara a la elección del sustituto de Zambrano, si la corriente de “los chuchos” quiere mantener el control del partido, tiene que radicalizarse, parecerse más al PRD lopezobradorista que colocó al perredismo como la segunda fuerza política nacional.
Por eso no es de extrañar que haya declaraciones y acciones hasta contradictorias en las posiciones del PRD; sus grupos se están acomodando no para dar el debate sino para mantener posiciones y si se puede ganar otras, en la carrera por la presidencia del partido.
No se extraña, por ello, que a la hora de las votaciones en los plenos camerales haya toma de tribuna, gritos y sombrerazos; la presidencia PRD bien vale otro escándalo.
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>Por cierto, la senadora Layda Sansores solicitó la semana pasada, en la reunión de las Comisiones de Energía y Estudios Legislativos Primera, que varios legisladores, entre ellos la senadora del Verde Ecologista, Ninfa Salinas, se excusaran de participar en el debate por tener “conflicto de intereses”.
¿Y ella no los tiene? ¿O las concesiones de gasolineras que tiene su familia son un mito genial? Es pregunta.