>Parece que el sexenio terminará sin que se resuelva el caso de Mexicana de Aviación, otro de los frentes empresariales abiertos en la actual administración.
Desde septiembre del 2010, la empresa se encuentra sujeta a concurso mercantil y es la fecha en la que, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, no existen las condiciones para que Mexicana levante el vuelo.
El proceso de concurso mercantil ha sido tortuoso, no solo para los acreedores sino también para los trabajadores.
Varios intentos fallidos por capitalizar a la empresa dejaron un mal precedente; recientemente, el juez que llevó desde su origen el concurso mercantil, Felipe Consuelo Soto fue removido por el Consejo de la Judicatura debido a las quejas de los acreedores que lo acusaron de haberse manifestado abiertamente a favor de los sindicatos.
En su lugar fue designada la jueza Edith Encarnación Alarcón Meixueiro, que deberá concluir el proceso, ya sea declarando la quiebra o levantando el concurso por la capitalización.
Pero no está claro que ocurrirá con el conciliador Gerardo Badín, a quien los acreedores acusan de haber sido un estorbo en lugar de una ayuda.
Sin embargo, Badín tiene en las alforjas algunos acuerdos que presumir:
Se cuenta ya con nuevos contratos colectivos con los tres sindicatos (de pilotos, sobrecargos y trabajadores de tierra) que representan una reducción del costo laboral del 45% así como incrementos en productividad, equivalentes a un 55 por ciento.
Además, el pasivo laboral, de 4,700 millones de pesos, se reduce a cero en tanto que los trabajadores recibirían una liquidación superior al de una quiebra y tendrían una participación del 5% de las acciones de la nueva controladora.
En el caso de la restructurar financiera, el Convenio Concursal contempla más del 62% de la deuda negociada (superior al 50 más uno por ciento que exige la ley), con una quita promedio de 97% y sólo queda pendiente de negociar e incorporar la deuda de Banorte y Bancomext.
Así, de una deuda de 16 mil millones de pesos, ésta se reduce a 5 mil millones, en su mayor parte a pagarse en siete años con siete por ciento de interés anual.
Si estos acuerdos están en firme, ¿por qué se descalifica la actuación de Badín, a quien incluso Vicente Corta, representante de un grupo de acreedores, pone fuera del concurso mercantil?
¿Quién miente en todo este proceso que amenaza con la quiebra de Mexicana en perjuicio de los usuarios de ese medio de transporte?
>Hace bien el senador electo Emilio Gamboa Patrón en reconocer que el Congreso tiene una pésima imagen pública.
Por eso habrá que tomarle la palabra y estar al pendiente de que efectivamente, los senadores (y se entiende que también los diputados), trabajen “con eficiencia, honesta y transparentemente’’ en beneficio el país.
Gamboa presidirá a partir de mañana la reunión plenaria de los senadores del PRI, que se realizará en Chihuahua, en la que se definirá también la agenda legislativa.