El gobierno federal se encuentra entrampado en un grave problema.
La explosión de una mina –“pocito”, le llaman por su precariedad-, en Sabinas, Coahuila, revivió la explosión de la mina de Pasta de Conchos, en el mismo estado, que costó la vida a 64 mineros.
De hecho, algunas familias que tuvieron la desventura de perder a un ser querido en Pasta de Conchos siguen reclamando al gobierno federal que recuperen los cuerpos, cuando hace años una comisión interdisciplinaria determinó que eso era imposible.
La emergencia de ayer revivió también el esfuerzo que se hizo en Chile para rescatar a 33 mineros que quedaron atrapados 700 metros bajo tierra por dos meses.
Los mineros chilenos estuvieron enterrados desde el 6 de agosto del 2010 hasta el 12 de octubre en que fueron rescatados; la misión captó la atención mundial y el rescate fue transmitido en vivo por todas las cadenas de televisión del orbe.
Se quiera o no, Pasta de Conchos y el caso de los mineros de Copiapó, tienen su peso en el ánimo del gobierno federal que de entrada envió al secretario de Trabajo Javier Lozano a coordinar el rescate.
Hasta el cierre de este espacio no se conocía si los mineros estaban vivos o muertos y si era posible esperar un rescate en breve; lo que comunicó Lozano es que ya se reunió con los familiares de los mineros atrapados y que hoy llegan equipos de rescate de Chile, precisamente de los que participaron en Copiapó.
Lozano tiene la responsabilidad de no crear otro Pasta de Conchos y de no cometer los errores que en su momento le costaron tanto al exsecretario de Trabajo Francisco Javier Salazar, hoy flamante diputado.
Para que no digan que hay bronca en la sagrada familia tricolor, ayer comieron juntos Manlio Fabio Beltrones, Enrique Peña Nieto, Humberto Moreira y Emilio Gamboa Patrón.
El cónclave priísta se dio ante las insistentes versiones que dan por sentado que las reformas laboral y política no se aprobaron en San Lázaro por órdenes del gobernador Peña Nieto.
Los cuatro negaron la versión; Beltrones dijo, incluso, que respetaba “y quería mucho” al mexiquense.
Sin embargo, ayer el propio Moreira, después del evento, dijo que Beltrones y Peña no se habían puesto de acuerdo en el tema de las iniciativas pendientes de aprobación en San Lázaro.
Pero eso, desde la óptica tricolor, no es pleito, “es democracia”. ¿Será?
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que los jueces federales no pueden suspender las tarifas de interconexión fijadas por la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) a pesar del desacuerdo que prive entre compañías de telefonía.
A pesar de su tecnicismo, la decisión de la Corte -6 votos a favor por 4 en contra-, es fundamental porque elimina un candado legal al ejercicio de las facultades de la Cofetel cuyas decisiones en materia de interconexión generalmente era impugnadas a través de un amparo.
Ya no se podrá hacer esto.