>Como Marcelo Ebrard ha presumido como mérito suyo la construcción de la línea 12 del Metro, ayer por fin la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que encabeza Dionisio Pérez Jácome, precisó la participación del gobierno federal en este proyecto.
De acuerdo con la oficina del secretario de Comunicaciones, el gobierno federal invirtió 13,700 millones de pesos “de los cuales 7,942 millones fueron aportados por la SCT y el resto, 5,750 millones de pesos es la cantidad de otras participaciones federales.
“Esta cantidad se canalizó con el propósito de unir esfuerzos, recursos y trabajo en la atención de los principales problemas de transporte de la población”, afirma la dependencia.
Lo curioso del caso es que durante todo el sexenio Ebrard se quejó de las “chicanadas” que le imponía el gobierno federal cuando pedía recursos.
Sistemáticamente, según el jefe de Gobierno, los recursos para el DF menguaban o llegaban tarde o no llegaban; los niveles de endeudamiento solicitados por Ebrard se reducían en la Cámara de Diputados.
Ahora, a un mes y medio de la inauguración de la línea dorada, la SCT sale a pelear el porcentaje de mérito que dice le corresponde en esta obra, tan cuestionado en su inicio, pero que sin duda será un buen trofeo para presumir por los menos en los próximos tres decenios.
>Sin tanto ruido el grupo parlamentario del PRI que comanda Manlio Fabio Beltrones en San Lázaro, determinó impulsar el adelgazamiento del Congreso Federal al proponer 100 diputados de representación proporcional menos así como eliminar 32 senadores de lista nacional.
El sonorense apura así uno de los compromisos que ofertó en campaña la coalición PRI-PVEM con la idea de que México cuente con un Poder Legislativo en el que sea más fácil alcanzar acuerdos y de paso no sea tan oneroso en su mantenimiento.
La bronca está en los partidos satélites como el PT, el llamado Movimiento Ciudadano y desde luego Nueva Alianza, que en buena medida dependen de precisamente de las listas plurinominales para tener representación en el Congreso.
Pero la idea no es mala.
>Aunque parece una nota para el anecdotario nacional, no lo es.
Sucede que el pleno de la Comisión Federal de Competencia confirmó sanciones por un total de 920 mil pesos a dos organizaciones de productores y comercializadores de tortillas, así como a sus presidentes y a al presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Jaime Valls Esponda y a su director de fomento económico, porque los angelitos decidieron dividir en cuatro cuadrantes la venta de tortillas en el municipio.
Es decir, que contra buena práctica comercial, con el visto bueno de Valls los tortilleros se dividieron en cuatro el municipio; cada uno tenía exclusividad en el respectivo cuadrante y nadie les podía competir.
Negocio redondo.
La resolución de la CFC corresponde a un recurso de reconsideración interpuesto por los sancionados. En consecuencia, esta decisión es final y ya no puede ser reclamada ante la Comisión u otra autoridad administrativa.