Cuatro meses antes de solicitar una consulta médica, Rafael había notado que se le hinchaban las piernas por la tarde. Amanecía con las piernas delgadas y ligeras, pero por la tarde las sentía pesadas, le apretaban los zapatos y se le marcaban los calcetines cada vez más. Con 48 años de edad, había sido sano en apariencia pero ahora la hinchazón de las piernas ya era un motivo de angustia para él y para su esposa.
Vivía en la Sierra de Guerrero, cerca de Chilpancingo y en esa primera consulta le dijeron que su hinchazón “era una retención de líquidos” que no era motivo de preocupación.
Dos meses más tarde, tuve la oportunidad de valorarlo y le encontré un edema muy marcado, nombre correcto de la “hinchazón”, que le llegaba hasta los muslos y evidentemente ya tenía líquido libre en el abdomen, lo que llamamos líquido de ascitis.
El edema y la presencia de líquido libre en algunas cavidades como la pleural en el tórax, el pericardio en corazón o la cavidad peritoneal como en el caso de Rafael, son datos de varias enfermedades, que aunado a los datos que le encontré en corazón como taquicardia y un soplo mitral, me permitieron definir que estaba ante un cuadro de insuficiencia cardíaca y empecé a buscar la causa de la misma.
La insuficiencia cardiaca es un grave problema de salud, pues es el diagnóstico más frecuente que se emite al egreso de pacientes adultos que fueron hospitalizados por problemas médicos.
Se considera que al menos el 2% de las personas mayores de 65 años, están en riesgo de padecer insuficiencia cardíaca, que se define como la incapacidad del corazón para mantener el equilibrio circulatorio necesario para suplir las demandas del cuerpo de una persona.
La causa más frecuente de insuficiencia cardíaca crónica en todo el mundo es la cardiopatía isquémica, en la que la circulación de los vasos cardíacos, llamados coronarias, es insuficiente y lleva al paciente a daño del músculo cardíaco en forma crónica y al infarto, que mata células musculares y a la larga, provoca más insuficiencia cardíaca.
La hinchazón de las piernas por las tardes, se debe a la presión venosa en todo el cuerpo, que está elevada en la falla cardíaca y favorece la fuga de agua en los capilares sanguíneos, pues está muy entorpecido el regreso de esa sangre en el extremo venoso del capilar. Debido a que nos mantenemos de pie o sentados gran parte del día, la sangre se retiene en partes declive, por lo que el edema vespertino, lo observamos en la espalda en pacientes hospitalizados que se mantienen acostados la mayor parte del tiempo.
Si bien la causa más frecuente de insuficiencia cardíaca es la mala circulación coronaria, conocida como isquemia miocárdica, no es la única y además, Rafael no tenía datos en su historia clínica que permitieran pensar en cardiopatía isquémica, era aún joven y no tenía enfermedad previa ninguna, como diabetes o hipertensión por lo que me puse a buscar otra causa de sus edemas.
La radiografía del tórax mostraba un corazón muy dilatado, por lo que el diagnóstico de cardiomiopatía dilatada era muy probable pero aún no teníamos una causa definida. Al recordar que vivía en Guerrero, le hicimos una prueba serológica para descartar Enfermedad de Chagas y salió positiva.
La causa de su enfermedad cardíaca era una infiltración de parásitos en su corazón, conocida como Tripanosoma cruzi, que es inyectada en la sangre de las personas por un insecto llamado “chinche hocicona” que pertenece a las triatomas.
La Enfermedad de Chagas es mucho más común de lo que ustedes piensan, pues en América Latina produce unos 15 millones de nuevos enfermos cada año, de los cuales mueren unos 50 000, por diversas complicaciones, pero sobre todo por la cardiomiopatía dilatada que los lleva a insuficiencia cardíaca.
El 60% de ellos fallecen en los siguientes 6 meses de haber empezado con la hinchazón de las piernas. Así de grave es.
En México se han identificado casos en 14 estados, de hecho Guerrero, Oaxaca y Chiapas, comprenden un 60% de todos los enfermos identificados y aunque existen programas federales para tratar de controlar al insecto, sigue siendo considerado por la Organización Mundial de la Salud, una de las 10 enfermedades transmisibles peor atendidas en América.
Una de las principales razones para que el tratamiento de la Enfermedad de Chagas siga siendo tan malo, es que no contamos con fármacos para matar el parásito en fase crónica, además de que detectamos al paciente cuando ya tiene daño severo en el corazón.
El paciente sería mejor atendido si recibiera medicamentos como el Nifurtimox o el Benzinidazol en la fase aguda, cuando haya sospecha del contagio, pero dado que ataca a clases sociales desprotegidas, se establece un terrible círculo vicioso que impide un buen manejo de esta enfermedad.
Un nuevo medicamento, el Posaconazol, es más efectivo, hasta con un 90% de mejoría pero en fase aguda, en la que se consulta poco a los médicos, por lo que se requieren mayores procedimientos para la prevención del desarrollo de esta enfermedad, pues el contagio parece imposible de evitar.
Recientemente se publicó un informe que mostraba que dos de cada cien habitantes de la Costa Grande en Guerrero, había tenido contacto con el parásito, sin haber desarrollado todavía lesiones del corazón.
Como ven, la hinchazón de las piernas, un síntoma sencillo, llevó a un diagnóstico muy grave y complicado. Por ello, les recomiendo que consulten cualesquier síntoma a su médico de confianza y eviten una lesión en su corazón, que pudieron haber evitado.
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Hasta la próxima.