» Los ritmos biológicos y el corazón

Esta nota fue creada el lunes, 28 octubre, 2013 a las 5:00 hrs
Sección: La corazonada

Muchas de las funciones de nuestro cuerpo están reguladas por el tiempo, como la regulación de la temperatura, el flujo sanguíneo hacia diferentes órganos, la producción de leche por las madres, el momento de iniciar el parto y muchas más.  A mediados de los años sesenta se establecieron muchos conceptos de una ciencia que comprende a muchas profesiones, la Cronobiología, si bien desde la época hipocrática ya se comprendía que muchas funciones corporales estaban ligadas al tiempo. Y eso que eran conceptos de hace más de dos mil años.

Una de las bases biológicas más importantes que les pido recordar, amables lectores, es que el tiempo nos entra por los ojos. Efectivamente la parte del cerebro que dispara nuestros relojes biológicos está exactamente arriba de las vías visuales. Son grupos de células nerviosas, a los cuales llamamos núcleos, que por su localización son llamados supraóptico y paraventricular, por estar arriba de la vía visual y a un lado de una cavidad de la cabeza, llamada ventrículo por donde circula el líquido que protege al cerebro.

Estos núcleos de neuronas mandan órdenes químicas a la glándula maestra, la que controla a la mayoría de nuestras demás glándulas, que es conocida como hipófisis, localizada dentro de una cavidad de hueso que la protege, en la base del cerebro. Los núcleos también se conectan con un nervio hacia la glándula pineal, que produce una hormona relacionada con los ciclos del sueño.

Ya en una columna previa había analizado que debido a nuestros ritmos biológicos, ocurren más infartos por la mañana. Esto es secundario al ritmo circadiano que tienen muchas de las hormonas que regulan a nuestro aparato circulatorio, constituido por el corazón y los vasos sanguíneos.

El ritmo circadiano es una variedad de ritmo biológico, que ocurre a través de las 24 horas del día. Sin embargo, no es el único tipo de ritmo, puesto que uno infradiano es aquél ritmo periódico mayor a un día como el ciclo menstrual y uno ultradiano es un ritmo menor a la duración de un día, como el sueño que tiene ciclos alternantes como de hora y media y el propio ciclo cardíaco que tiene un ritmo de un segundo.

Entre las principales hormonas que controlan al aparato circulatorio mediante el ritmo circadiano, están el cortisol, la hormona adrenocorticotrofina (conocida como ACTH), la aldosterona y otras más, que dependen del control de la hipófisis.

Esto explica que ciertos problemas de salud, sumamente graves y potencialmente mortales, se presenten más frecuentemente entre las 4 y 10 de la mañana. Entre estos problemas tenemos al propio infarto del miocardio, pero también a la angina de pecho, a los descontroles de la presión arterial, las lesiones cerebrales y aún la muerte súbita.

Conocer las respuestas del organismo ante los relojes biológicos ha permitido ajustar los horarios de la aplicación de muchos fármacos. Esto es conocido como Cronofarmacología.

Sabemos que el ácido acetil salicílico funciona mejor cuando es tomado por la tarde o por la noche, lo que se relaciona con la actividad de las plaquetas.

Las estatinas, medicamentos empleados para disminuir el colesterol en la sangre, efectúa mejor su función si es tomado después de la cena. Los nitratos de acción prolongada, que son útiles para evitar los ataques de angina de pecho y un posible infarto del miocardio, trabajan mejor hacia media mañana, pues su efecto máximo ocurre hacia las 14 a 18 horas de haberlo tomado y eso justamente es por la madrugada, que como les he mencionado, es el horario en que más frecuentemente ocurren los problemas de mala circulación en el corazón.

Los medicamentos contra la hipertensión arterial, en general deben ser tomados por la mañana muy temprano. Tomarlos antes o después de alimentos, depende del tipo de medicamento y le recomiendo preguntarle esto a su médico de cabecera, pues depende de la composición del fármaco.

Por ejemplo, el captopril y medicamentos afines, deben tomarse con estómago vacío pues la comida inhibe la absorción, ya que requiere un medio ácido para poder pasar a la sangre. Muchos médicos acostumbramos indicar los antagonistas del calcio, como el amlodipino, por la noche, pues tiene una función especial llamada pico y valle, que implica un efecto intenso en las primeras horas y luego un efecto sostenido, por lo que conviene su aplicación nocturna ya que a veces el período de pico causa molestias en el paciente, como enrojecimiento, palpitaciones y golpe de calor.

No consideré pertinente mencionar en esta columna a los medicamentos antineoplásicos, que son los usados contra cáncer, pues es muy complejo explicar como actúan, pero también son aplicados en horarios estrictos en los que se conoce que funcionan mejor.

Entiendo que la columna de hoy es un poco más técnica de los habitual, por lo que quiero despedirme con las palabras de uno de nuestros mejores poetas y premio Nobel de literatura.

 Entre el día y la noche

hay un territorio inexplorado.

No es sol ni es sombra:

es tiempo.

Octavio Paz

Les ofrezco de nueva cuenta que me contacten a través de mi correo, si tienen preguntas sobre temas de salud cardiovascular.

Mail: ricardo.jauregui03@gmail.com
Hasta la próxima.





           



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