Hace trece años surgió la iniciativa de festejar al corazón de las personas, el último domingo de septiembre.
La Organización Mundial de la Salud, la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Federación Internacional del Corazón, que agrupan a más de doscientos países, desarrollaron una iniciativa para sensibilizar a todas las personas para que cuiden su corazón.
La columna de hoy no podría ser dedicada a otro tema.
Este año, el motivo principal del Día Mundial del Corazón es prevenir las enfermedades cardiovasculares en mujeres y niños, ya que las enfermedades cardiovasculares son un grave problema en ambos.
Uno de cada seis mil niños que nacen en México, padece una enfermedad cardiovascular congénita que puede ser la causa de grandes gastos para su familia y para las instituciones, además de que podría ocasionarles la muerte. Algunas lesiones congénitas del corazón son incurables, como el ventrículo único y sólo un trasplante de corazón podría ayudarlos.
Pero por cada niño que recibe un corazón donado, hay 800 niños que no pueden recibirlo. El trasplante no es una posibilidad real porque el corazón es un órgano único y no hay donadores suficientes.
La posibilidad de nuestras mujeres de morir del corazón es mucho mayor de lo que se piensa comúnmente. Una de cada tres mujeres que fallece en México, muere por una lesión cardiovascular.
La primera Corazonada que les ofrecí hace dos años, justamente fue dedicada al corazón de las mujeres, pues el comportamiento clínico del infarto en ellas, al igual que en otras enfermedades cardiovasculares, es muy diferente al de los varones.
Asimismo, en todo el mundo se ha identificado, de manera muy precisa, que las mujeres no reciben la misma atención médica que los varones cuando se enferman del corazón, por múltiples razones.
Sin duda el corazón de los niños y el de las mujeres merecen atención de mayor calidad y ese es el motivo principal de este año para festejar un día tan especial. Las diferentes sociedades académicas de nuestro país, dedicadas al estudio y cuidado del corazón, realizan múltiples actividades preventivas y recreativas para sensibilizar a las personas a cuidar su corazón.
Se hacen detecciones de alteraciones en la sangre como colesterol y glucosa elevados, se realizan caminatas y carreras para estimular a la gente a abandonar el sedentarismo. Se reparten recetas y planes de alimentación saludable, preparados por especialistas. Se desarrollan concursos de dibujo, de elaboración de símbolos del corazón y de pintura.
De esta manera se hace prevención y se estimula a las personas con habilidades artísticas para salir del anonimato.
Con los niños se deben implementar muchas medidas que los lleven a modificar el estilo de vida que habrán de heredar de sus padres. Hay que inculcarles la actividad física, pues por ahora los juegos de video sólo les hace trabajar los pulgares y muchos ya no corren ni usan patines o bicicletas.
La obesidad de nuestros niños es tan frecuente, que ocupamos el primero o el segundo lugar en el mundo, esto varía constantemente, pero es un grave problema de salud y es nuestra obligación inculcarles un plan saludable de alimentación.
Debemos estimularlos a no fumar, pero no lo podemos hacer si nosotros como padres, fumamos y ellos nos ven constantemente.
Como pueden ver, nuestros niños están muy desamparados en cuanto a su salud cardiovascular. Tienen un riesgo muy alto de nacer con una cardiopatía y en eso hay pocos avances y tienen un enorme riesgo de morir de una cardiopatía y en eso podemos ayudarlos muchísimo.
Las mujeres están en circunstancias parecidas, sobre todo cuando alcanzan el climaterio, puesto que pierden la protección vascular que los estrógenos les brindan. Por eso, la mortalidad de las mujeres casi se iguala con la de los hombres en esta etapa de su vida. Un cambio en su estilo de vida, disminuir su peso, dejar de fumar, cuidar los niveles de su colesterol, glucosa y triglicéridos, además de tener una dieta saludable, son medidas indispensables para mantenerse sanas.
Este año se ha calculado que el número de personas que fallecieron por una lesión cardiovascular es 17.3 millones. Los últimos cinco años se ha considerado que son 18 millones los fallecidos por esta causa, cada año. No podemos concluir que la mortalidad ha bajado, pues el 80% de los casos, se presentan en países en vías de desarrollo como el nuestro y por eso es un grave problema.
Dado que el infarto del miocardio es la principal causa de muerte en México y que por cada persona que fallece por esta causa, hay otro paciente que se infarta pero no fallece y queda con algún grado de lesión en la función cardíaca, el gasto social que esto implica es enorme.
Se deben pagar servicios médicos como la atención de terapia intensiva que es muy cara, la hospitalización, medicamentos, incapacidades, pensiones en su caso y por ello siempre he dicho, que si no detenemos esta ola, nos va a inundar peor que las tormentas tropicales que actualmente padecemos, pues no habrá dinero que alcance para cubrir estas necesidades.
La prevención es trabajo de todos. Inicia en la casa, en papás preocupados y ocupados de cuidar a sus hijos y a sus propias personas. Continúa en las escuelas que ya empezaron a vender menos chatarra y a activar a los niños. Prosigue en los servicios médicos que no están haciendo las actividades de prevención que les corresponden.
La prevención es la medicina más barata que existe y no la estamos usando.
El Día Mundial del Corazón nos lo recuerda y nos estimula a desarrollar medidas sencillas con nosotros y nuestros hijos, que nos salvarán la vida.
Hasta la próxima.