En la columna de hoy revisaremos el tema del diagnóstico cardiológico mediante una biopsia del corazón.
Espero que sea una sorpresa para la mayoría de ustedes, amables lectores, el hecho de que también del corazón se pueden sacar biopsias.
El procedimiento es un estudio diagnóstico que se realiza en un laboratorio de Hemodinámica y consiste en tomar pequeños fragmentos del corazón para analizarlos en el microscopio. Por la forma en que se toman las muestras y el tamaño de ellas, los médicos decimos en forma coloquial que “una biopsia es una pequeña mordida al corazón”, por lo que usé este título en la columna de hoy, para éste, un muy importante método diagnóstico.
El estudio se realizó por primera vez en Japón por los doctores Sakakibara y Konno en 1962 y los biotomos utilizados en la actualidad, son prácticamente los mismos desde entonces.
El biotomo es un catéter de metro y medio, en cuya punta se encuentra una pequeña esfera partida en dos, del tamaño de una lenteja, que puede abrirse y volverse a cerrar con una pinza en el extremo proximal.
Como preparación previa, se requiere de ayuno de unas ocho horas, se interna al paciente dos horas antes y se le aplica un antiséptico, como el yodo, en el sitio de punción, luego se hace la aplicación de anestesia local, todo bajo las reglas más básicas de asepsia, como cubrir al paciente con sábanas estériles y el personal también viste ropa estéril. Se puede acceder al corazón por varias vías, aunque las más empleadas son la vena yugular o la vena femoral. La razón de acceder por una vena es porque pocas veces tomamos biopsias del corazón izquierdo, ya que la información buscada se obtiene muy bien del ventrículo derecho.
Generalmente la zona de donde tomamos la biopsia, es del tabique que divide a los dos ventrículos.
Durante el procedimiento, todo se encuentra controlado con fluoroscopía, es decir utilizando Rayos X y se graba lo realizado con la finalidad de proteger al paciente y con fines de enseñanza. La duración dentro de sala de Hemodinámica es de unos 30 minutos.
Por ser una punción venosa, el manejo posterior es sencillo. Se basa en comprimir el sitio de punción al retirar el catéter que sirvió de introductor al biotomo de Sakakibara, durante unos 10 minutos. Se coloca luego un parche adhesivo por 24 horas y el paciente permanece en una sala de recuperación por 4 a 6 horas.
Hay varios problemas médicos en los que la biopsia endomiocárdica, como también la conocemos, resulta muy útil. La Miocarditis es una inflamación del músculo cardíaco, generalmente debida a una infección viral, que puede provocar la muerte. Los síntomas son palpitaciones irregulares, síncope y ataque al estado general, con fiebre, falta de apetito y mucho cansancio. El paciente necesita ayuda urgente y debe buscar consulta médica lo más rápido posible. La biopsia es imprescindible para el diagnóstico y sirve para definir el mejor tratamiento para ese paciente en particular.
El segundo problema médico en el que la biopsia es imprescindible es el Trasplante del corazón, ya que periódicamente se debe realizar el procedimiento, para determinar si el paciente está desarrollando un posible rechazo al órgano. Por este motivo, me ha tocado hacerle hasta cinco biopsias a la misma persona.
Hay otras enfermedades poco comunes que ameritan una biopsia para su diagnóstico definitivo. Destacan las cardiomiopatías, que son un grupo de tres enfermedades específicas del músculo cardíaco llamadas Dilatada, Hipertrófica y Restrictiva. Aunque en todas se ha establecido una relación con la herencia, sólo en la Hipertrófica se ha definido al cromosoma 14 como el responsable de que los niños nazcan con este problema, que entonces es congénito y hereditario. En la Dilatada los principales problemas son la falta de aire al esfuerzo y las embolias al cerebro y no tiene tratamiento definitivo. Es la segunda causa para ofrecerle trasplante cardíaco a un paciente, pues conlleva una alta mortalidad.
Un problema de causa desconocida y con muy alta mortalidad es la Displasia del ventrículo derecho, que ocasiona arritmias letales y embolias al pulmón. Consiste en el crecimiento del tejido del interior del corazón en el ventrículo derecho. No tiene tratamiento definitivo y desgraciadamente, los pacientes fallecen en promedio 5 años después del diagnóstico.
Hay otras Cardiomiopatías de diversos orígenes como la alcohólica, la ocasionada por fármacos como los empleados para el cáncer de mama y otras más, además de la poco frecuente Miocardiopatía periparto, que es un problema grave de causa desconocida, en el que la paciente desarrolla grave asfixia y una dilatación progresiva del corazón, pocos días después de dar a luz. El empleo de grandes dosis de cortisona salva a muchas de estas mujeres, aunque el 30% fallece en los primeros seis meses.
La biopsia no es un procedimiento libre de problemas, ya que puede haber varias complicaciones, como una trombosis en la vena empleada para la biopsia, es decir que se forme un gran coágulo que obstruya al vaso y en caso de desplazarse en el torrente circulatorio, ocurrirá una embolia. Puede haber también un neumotórax, que consiste en el colapso de un pulmón por picar accidentalmente la pleura, que es la capa que lo cubre y lo protege, también una posible lesión arterial o venosa, y finalmente, un derrame pericárdico por hacer “la mordida” en un sitio incorrecto, lo cual provoca la fuga de la sangre al saco que cubre al corazón.
Sin duda, el menor número de complicaciones ocurrirá en grupos médicos con más experiencia, por lo que el paciente está en su derecho en preguntar por la frecuencia de complicaciones.
Espero que esta información les sea de utilidad y me pongo a sus órdenes para resolver sus dudas.
Mail: ricardo.jauregui03@gmail.com
Hasta la próxima.