>Felipe Calderón no se ha ido del todo.
Dejó como sus representantes a un grupo de senadores y diputados que buscan no solo contener al PRI, sino principalmente a los grupos panistas que no les son afines y que buscan el control del partido.
Ponga usted atención a los debates que se han dado al interior del Senado de la República, en el que más que un enfrentamiento entre el PRI y el PAN, se dio una lucha entre los calderonistas, representados por Ernesto Cordero, y los afines al presidente del blanquiazul Gustavo Madero.
Madero fue menospreciado –y en ocasiones insultado- por el propio Calderón, quien no le vio nunca tamaños para encabezar al partido.
Madero no fue el candidato presidencial para encabezar al PAN; producto de una negociación entre los grupos panistas, el chihuahuense debió enfrentar primero la ira y después el desprecio público del Mandatario.
Las diferencias con Cordero tienen la misma raíz, con un agravante: Cordero responsabiliza a Madero en parte, por la derrota que sufrió en la elección interna para ganar la candidatura presidencial del PAN.
Estas fobias han hecho mella en el Senado, que da la impresión de ser secuestrado por las pugnas blanquiazules.
Mañana martes la fracción del PAN tendrá su reunión previa a la sesión ordinaria; se espera, sin embargo, que la reunión se convierta en una especie de juicio sumario contra Madero por haber firmado el Pacto por México sin informar a los legisladores de su partido los contenidos del documento.
Ahora los legisladores del PAN tienen la obligación de dictaminar y votar las iniciativas que les llegan desde el Ejecutivo o la Cámara de Diputados si no quieren verse como los villanos de la película, como les sucedió con la aprobación de la Ley Reglamentaria de la Administración Pública Federal.
¿Hasta dónde llegará este enfrentamiento? Hasta marzo, cuando se conozca al nuevo presidente del PAN, cargo que quieren, ahiga sido como ahiga sido, los calderonistas.
>Tres años invirtió el PRI para evitar que Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, el llamado “rey de la basura”, se hiciera cargo del comité del Distrito Federal.
Y sin embargo, fue tiempo desperdiciado.
Dos de las siete fórmulas registradas para competir por la presidencia del PRI-DF se sumaron a la de Gutiérrez de la Torre y se espera que en los próximos días se sumen las que restan, encabezadas por militantes sin el renombre y la militancia del polémico Gutiérrez.
Tiempo y recursos –muchos-, perdidos porque al final sucederá lo inevitable.
>Dicen los abogados del exgobernador Tómas Yarrington Ruvalcaba que éste tiene toda la disposición de enfrentar las acusaciones que pesan sobre él pero que solo pide un juez imparcial “porque la ex procuradora Maricela Morales fue incapaz y obedeció a intereses partidistas”.
Según Marco Tulio Ruiz y Joel Androphy, Yarrington ni es narco ni tiene propiedades en Estados Unidos, lo cual quedará demostrado ahora que enfrente a sus acusadores. A ver.