>Interesantísima la sesión de ayer en la Cámara de Senadores sobre la reforma laboral.
Como pocas veces, se pudo ver el tamaño –además de los intereses-, la preparación y el talante de cada uno de los senadores que subieron a la tribuna para argumentar a favor o en contra del dictamen aprobado en las Comisiones.
La sorpresa fue que el PRI se decantará, en voz del jalisciense Arturo Zamora, a favor de la transparencia sindical que, sin embargo, no incluía la aceptación de la propuesta de que la elección de las dirigencias sindicales se hiciera a través del voto libre, secreto y directo.
Los priístas Humberto Mayans y Omar Fayad defendieron la posición de su partido con el argumento de que no se podía limitar a las organizaciones sindicales a solo un método de elección.
Reforzaron sus argumentos con la lectura de extractos de tratados internacionales en materia laboral, pero ello resulto insuficiente para convencer a los senadores del PAN, PRD, MC y Nueva Alianza, que ganaron la votación 67-61, con lo que el texto será incluido en la minuta que será regresada a la Cámara de Diputados.
A la hora de cerrar este texto, los senadores discutían la obligación de las dirigencias sindicales de rendir cuentas cada seis meses, sobre el uso de los recursos que reciben por cuotas.
A propuesta de la perredista Alejandra Barrales, se establecen también sanciones para los dirigentes que no cumplan con la rendición de cuentas; la ex líder sindical, reconoció que en Estados Unidos y Canadá líderes que no han rendido cuentas fueron encarcelados.
Como se veía el ambiente, lo más seguro es que el bloque opositor ganara nuevamente la votación con lo que la reforma tendrá que ser nuevamente discutida por los diputados que deberán avalar o no los cambios hechos por los senadores.
O sea, que quienes cantaban reforma, tendrán que esperar algunas semanas -¿meses?- más.
>La senadora de Nueva Alianza, Mónica Arriola Gordillo, tardó algunos días para fijar su posición en torno a la reforma laboral, sobre todo en el punto de la elección de las dirigencias.
Ayer, a punto de la votación sobre la elección directa y secreta, Arriola dijo que su partido –o sea ella-, se pronunciaba por es forma de elección.
La verdad no es un secreto; en los estatutos del Sindicato de Trabajadores de la Educación, que gobierna –gobierna es exacto-, su mamá, la profesora Elba Esther Gordillo, relecta el fin de semana pasado a mano alzada, está contemplado el voto secreto y directo.
Que si los maestros no lo ejercen o no reclaman su aplicación, es otra cosa.
>¿Cuál será el costo que cobrará el tricolor por haber perdido en el Senado la votación sobre autonomía sindical?
Ya se sabe que en la Cámara de Diputados son mayoría y que Manlio Fabio Beltrones suele ganar casi de todas todas.
Los diputados del PRI pueden rechazar los cambios de los senadores, pero ello implicaría la muerte de la reforma. ¿Ese será el costo?