>En días recientes ha comenzado un ataque despiadado en contra del Instituto Federal Electoral (IFE), que preside Leonardo Valdés Zurita.
El asunto no es nuevo, desde luego, pero esta vez tiene la agravante de la “sospecha” que dejo el actuar del propio Instituto en e 2006, con Luis Carlos Ugalde al frente.
El pecado de Ugalde, fue no haber anunciado el nombre del candidato que llevaba la ventaja el mismo día de la elección y, aunque se entendió en su momento su posición mesurada dado lo cerrado del cómputo, al final de cuentas esa omisión terminó por costarle el puesto.
La ventaja entre Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador fue apenas superior a los 240,000 votos; pequeña, cierto, pero ventaja al fin.
Ahora, con esa cifra, ha comenzado a circular en las redes sociales una “explicación” sobre cómo “El IFE cometió el fraude en el 2006”.
De acuerdo a esa teoría, el IFE anuló poco más de 900,000 votos que de no haber sido eliminados habrían llevado al tabasqueño directo y sin escalas a Los Pinos.
Lo que no dicen es que los votos anulados fueron para todos los candidatos, incluido el priísta Roberto Madrazo Pintado.
Pero es solo una de las muchas campañas que se han montado en contra del Instituto.
Otra tiene que ver con la aparición de folios repetidos en las boletas electorales enviadas a Oaxaca; “ahí está la estrategia del fraude”, gritan los lopezobradoristas.
Quizá convendría que leyeran a José Woldenberg quien en días pasados escribió un muy ilustrativo artículo que se tituló “Por qué es imposible un fraude en el IFE”, en los que se detallan los candados físicos y legales para evitar una manipulación de la votación.
Faltan dos semanas para la elección, pero desde hace un año el IFE dejó de estar “en la mira” de los sospechosistas para estar, literalmente, bajo fuego.
Y lo que les falta.
>En Morelos el PRI mantiene la ventaja en las preferencias electorales con 7.1% sobre el PRD y su candidato Graco Ramírez y de 23.3 arriba del PAN y su abanderado Adrián Rivera.
La más reciente encuesta realizada por Consulta Mitofsky en el estado, levantada entre los días 12 y 13 de junio en viviendas de Morelos ubica a Amado Orihuela, el candidato del PRI-PANAL con una aceptación del 42.9%; el perredista Graco Ramírez con 35.8 por ciento y el panista Adrián Rivera un 19.6 por ciento.
Todavía falta pero lo cierto es que el PAN perderá irremediablemente esa gubernatura; el favor se lo deberán al gobernador invisible, Marco Antonio Adame.
>Hoy inicia en Los Cabos, Baja California, la reunión del grupo llamado G-20, que representan a las economías más poderosas del mundo.
Se espera que México tenga un papel protagónico sobre todo en los temas ambientales, en donde el presidente Felipe Calderón se ha aplicado y bien; pero de economía y política, quién sabe como nos vaya.