
En su primer mensaje ante la sesión conjunta de las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos y tras haber regresado a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump presumió la entrega que hizo México de 29 jefes del narcotráfico como resultado de las presiones para la imposición de aranceles, pero advirtió que necesita que nuestro país haga más para frenar el fentanilo y la migración irregular.
Ante una lluvia de aplausos de los legisladores republicanos y miembros de su gabinete, y el silencio de la bancada demócrata, Trump destacó como un hecho “inédito” la entrega de casi tres decenas de delincuentes con graves acusaciones en las cortes estadunidenses.
“Ante la política de aranceles que les impusimos (México) nos entregó a 29 personas, poderosos delincuentes y jefes de estos peligrosos cárteles. Eso nunca había pasado. Ellos nos quieren hacer felices. Pero necesitamos que México y Canadá hagan mucho más. Necesitamos que detengan la entrada del fentanilo y las drogas en Estados Unidos”, enfatizó Trump.
El mandatario estadunidense acusó que los cárteles de la droga han lanzado “una guerra en contra de los Estados Unidos”, por lo que dijo que es hora de enfrentarlos.
Destacó que con la designación de los cárteles como Organizaciones Terroristas Foráneas, los pone al mismo nivel de grupos terroristas como ISIS.
“Eso no será bueno para ellos, se los puedo decir”, advirtió en un tono retador.
En esa parte del discurso que se extendió por una hora 40 minutos, Trump reconoció a un agente de la Patrulla Fronteriza, Roberto Ortiz, quien dijo fue atacado en la frontera por integrantes de un cártel, situación que el agente repelió lo que le permitió salvar su vida y al de su compañero. Ortiz, quien estaba en la sala, recibió una ola de aplausos por dicho gesto.
El momento fue aprovechado por el mandatario estadunidense para anunciar que va a proponer que todas aquellas personas que asesinen a agentes de la policía sean sancionados con penas de muerte.
Más deportaciones pese a caídas récord
Sin dar detalles, Trump dijo que enviará al Congreso una propuesta urgente para que se autoricen todos los fondos necesarios que permitan llevar a cabo “las operaciones más grandes de deportación” de migrantes indocumentados que se hayan visto en Estados Unidos.
En ese contexto y sin dar cifras, presumió que a seis semanas de su administración se ha conseguido frenar a niveles récord los cruces irregulares de migrantes, gracias, dijo, a la eliminación de la “política de puertas abiertas” de la administración del ex presidente Joe Biden.
“Los medios y los demócratas decían que necesitábamos una nueva legislación para controlar la migración ilegal. Resulta que lo único que se necesitaba era un nuevo presidente”, lanzó Trump, lo que le valió una de las ovaciones más sonoras de las muchas que el brindaron los republicanos durante su mensaje.
Presume aranceles y amenaza con más
Sobre la imposición de aranceles, que para México y Canadá serán del 25 por ciento, el republicano reiteró que uno de los factores que llevó a esta decisión fue la entrada de fentanilo, pero también abordó la lógica económica detrás de ello.
Dijo que ambos países se han “aprovechado por años” de estas relaciones comerciales que, según el mandatario estadunidense, ponen en desventaja a su país, situación que ya no están dispuestos a permitir.
“Es nuestro turno de usar los aranceles contra países que se han aprovechado de nosotros… está el caso de México y Canadá, por ejemplo, ¿han escuchado de ellos? Ya no más. No vamos a permitir eso”, dijo con tono burlón.
El presidente de los Estados Unidos advirtió además que a partir del 2 de abril entrará en vigor su decreto para imponer aranceles recíprocos de inmediato a todos aquellos países que intenten responder a su país con esas medidas, o que las anuncien por algún tipo de represalia.
“Lo que nos impongan se los impondremos a ellos. Así de simple”, sentenció el mandatario.
Explicó que si bien esto podría generar cierta inquietud o disturbio en la economía de su país, es un momento que pasará rápido debido a los ahorros que se están haciendo adelgazando al burocracia y cortando múltiples fondos federales para acciones en el país y en el mundo no alineadas con la agenda conservadora.
Algunos capos podrían enfrentar pena de muerte
México anunció el pasado jueves la extradición de 29 de sus más notorios narcotraficantes a Estados Unidos, en medio de crecientes presiones del gobierno de Donald Trump para que detenga el contrabando de fentanilo.
La secretaría de Seguridad detalló que entre los delincuentes entregados está el veterano capo Rafael Caro Quintero, a quien Estados Unidos reclama por el homicidio del agente de la DEA Enrique Kiki Camarena” en 1985.
Los extraditados enfrentan cargos por crimen organizado, narcotráfico, asesinato, uso ilegal de armas y lavado de dinero, señaló el Departamento de Justicia estadunidense en un comunicado.
“Procesaremos a estos criminales con todo el peso de la ley”, dijo la fiscal general estadunidense Pamela Bondi, citada en el boletín.
El comunicado añadió que el castigo máximo que Caro Quintero y otros cuatro de los extraditados pueden enfrentar es la pena de muerte, una posibilidad que el acuerdo binacional de extradición no permite.
Estos traslados ocurrieron el mismo día en que autoridades mexicanas se reunieron en Washington con el secretario de Estado, Marco Rubio, y otros funcionarios estadunidenses y acordaron efectuar “acciones coordinadas” contra el narcotráfico, informó el gobierno mexicano.
El “objetivo central” del plan es “disminuir las muertes” por fentanilo en Estados Unidos y el tráfico de armas desde ese país que terminan en manos de los cárteles mexicanos, añadió en un comunicado.
Trump acusa a México y Canadá, sus socios en el acuerdo de libre comercio T-MEC, de permitir el tráfico de drogas y de migrantes irregulares a su territorio.
“Esta acción se enmarca dentro de las labores de coordinación, cooperación y reciprocidad bilateral, en el marco del respeto a la soberanía de ambas naciones”, indicó un comunicado del gobierno de México y la Fiscalía General.
(milenio.com)