En 2018 Marko Cortés tomó las riendas de la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN), condenando la ineficacia de la alianza que el blanquiazul había hecho con el PRD y MC para lanzar a Ricardo Anaya a la Presidencia de la República. Aunque años después, él también cerraría su mandato entre reclamos por falta de resultados y una que otra exigencia por su renuncia anticipada.
Tras sólo triunfar en una de las cinco gubernaturas disputadas en el 2022— un año después de su reelección—, en 2024 Acción Nacional perdió el estado donde confiaban que habría continuidad al mandato de Mauricio Vila, Yucatán. Y así en seis años el partido pasó de conquistar 11 entidades a sólo 4, incluido su bastión.
El fin del legado en Baja California
El PAN protagonizó diversas alternancias en gobiernos estatales, siendo Baja California la primera entidad donde el blanquiazul Ernesto Ruffo Appel terminó con la dinastía que el PRI había encabezado desde 1929.
“Iba con la duda a ver si (los del PRI) nos iban a dejar ganar. Ahorita todavía hay gobernador del PAN, y lo mío fue hace 27 años, las hemos ganado todas”, recordó el bajacaliforniano en una conferencia de prensa del 2016. Pero la historia cambió tres años después en las elecciones del 2019.
Ruffo Appel puso fin a la racha priísta en 1989 y al término de su mandato, en 1995, pasó la estafeta a colega de partido, Hector Terán Terán. De ahí siguieron otros tres mandatos panistas: Eugenio Elorduy Walther (2001-2007), José Guadalupe Osuna Millán (2007-2013) y Francisco Vega de Lamadrid (2013-2019).
Pero ‘el poder’ de Acción Nacional terminó en 2019. Con poco menos de un año al frente de Acción Nacional, Marko Cortés tuvo que atravesar la derrota de su partido en la tierra que tres décadas atrás le quitó al Revolucionario Institucional; la cual perdió ante el candidato de Morena, Jaime Bonilla Valdez.
Y aunque sólo se mantuvo dos años al frente del gobierno, la fuerza de guinda volvió a ser superior a la del panismo llevando a Baja California a su primera gobernadora: Marina del Pilar Ávila Olmeda.
El segundo golpe del 2019
La muerte de Martha Érika Alonso a días de triunfar como la primera gobernadora de Puebla en 2018 cambió la historia del panismo en Puebla: la poblana fue víctima mortal de un ‘avionazo’ en el que también perdió la vida el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, y quien en 2011 llevó la alternancia política al estado.
Jesus Rodríguez Almeida quedó como Encargado del Despacho de la Gubernatura hasta enero del 2019, cuando el Congreso Local nombró al priísta Guillermo Pacheco Pulido como gobernador interino, quien a su vez convocó a unas elecciones extraordinarias para el 2 de junio del 2019.
La tragedia de la gobernadora de Puebla
“La vamos a enfrentar (…) con todas esas ganas de refrendar lo que ya habían decidido los poblanos”, decretó Cortés Mendoza con optimismo de repetir los resultados conseguidos con Martha Érika en 2018. “Refrendará (el PAN) a quien ya había perdido, a que vuelva a perder”.
Pero la historia dio un giro de 180° y para el término de la jornada era el candidato de Morena, Miguel Barbosa, quien aventajaba en las preferencias electorales. Al final, en 2019 el partido guinda conquistó las dos fuerzas blanquiazules: Baja California y Puebla, en esta última, toda vez que el Instituto Nacional Electoral (INE) confirmó que Barbosa había superado al panista Enrique Cárdenas por más de 15 puntos.
Las del 2021
En 1999 el PRI fue ‘desterrado’ de dos gubernaturas: en Baja California Sur por el PRD y en Nayarit por el PAN. Y si bien en las tierras nayaritas volvió con dos mandatos— el de Ney González Sánchez (2005-2011) y de Roberto Sandoval Castañeda (2011-2017)—, el estado del Pacífico no volvió a pintarse del tricolor.
Acción Nacional y su candidato Marco Covarrubias Villaseñor arrebataron al Sol Azteca el mando del estado del Pacífico en 2011, el cual relevaron al también panista Carlos Mendoza Davis hasta el 2021. Mientras que en Nayarit el albiazul volvió al ejecutivo hasta el 2017 con la arrasadora victoria de Antonio Echavarría García, quien ejerció por sólo cuatro años debido a una reforma electoral.
Sin embargo, en el 2021 el PAN perdió ambas gubernaturas ante los candidatos morenistas: Victor Manuel Castro Cosío en Baja California Sur y Miguel Ángel Navarro en Nayarit.
“La pérdida de la gubernatura de Baja California Sur fue dolorosa para todos y técnicamente no explicable”, reflexionó Cortés Mendoza en conferencia. En tanto para Nayarit, se limitó a declarar: “Esa gubernatura lamentablemente fue entregada por el actual gobernador”, es decir, Echavarría García. “Nos enfrentamos al gobierno de un presidente que con total descaro no metió la mano, sino el cuerpo entero”, aseveró.
En aquellas elecciones, el Partido Acción Nacional refrendó las gubernaturas de Chihuahua con María Eugenia Campos y de Querétaro con Mauricio Kuri González. No obstante, el dirigente reconoció que la bancada “tuvo fallas” en aquella jornada.
Las victorias que duraron poco
A diferencia de lo ocurrido en Baja California, Guanajuato, Chihuahua o Nayarit— donde la alternancia blanquiazul llegó a final de los 90 ‘s—, el PAN quitó el poder de Durango y Tamaulipas al PRI hasta las elecciones 2016 con los triunfos de José Rosas Aispuro Torres y Francisco García Cabeza de Vaca, respectivamente.
Pero la dirigencia de Marko Cortés no logró asegurar la continuidad del panismo en Tamaulipas y perdió la gubernatura ante el candidato de Regeneración Nacional, Américo Villarreal Anaya. Mientras que en Durango triunfó la alianza Va por Durango (PAN-PRI-PRD), pero con el priísta Esteban Villegas Villarreal como su abanderado.
(milenio.com)