Las quejas y acusaciones de Morena en contra de Signa Lab son meras apreciaciones subjetivas que carecen de sustento. Así lo concluyó el Tribunal Electoral al confirmar el proceso, formato y metodología del primer debate presidencial, y respaldar que el ITESO, la institución sea la encargada de filtrar las preguntas de redes sociales que deberán responder las candidaturas.
Con esta determinación, se cierra el caso de los alegatos de Morena en contra de Signa Lab, después de que, por inconformidad directa de la candidata presidencial electa Claudia Sheinbaum, intentaron revertir lo que previamente habían aprobado en el Consejo General del INE todos los representantes de la coalición, incluidos el morenista Sergio Gutiérrez Luna y Gerardo Fernández Noroña del PT, incluso, con felicitaciones al Consejo General por el proceso.
Este jueves, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación concluyó que no existe irregularidad, falta o desapego normativo alguno en el proceso que ha seguido el Instituto Nacional Electoral para la organización y realización del primer debate presidencial el próximo 7 de abril.
Después de que Morena impugnó que sea Signa Lab la instancia encargada de filtrar las preguntas para el primer debate presidencial, pues acusó supuesta parcialidad y falta de objetividad, la Sala Superior decidió por unanimidad no darle la razón.
En un proyecto de la magistrada presidenta Mónica Soto, el Tribunal Electoral determinó que el INE eligió a esta institución académica y técnica basado en un proceso certero, con evaluación previa de los partidos y con antecedentes de debates previos.
“Los partidos políticos intervinieron y tuvieron conocimiento de todos los actos desplegados por las distintas instancias del instituto en los que se sometió a evaluación a diversas entidades que pudiera ocuparse del procedimiento de las preguntas provenientes de redes sociales, derivado de la cual, la designada fue la que obtuvo el mayor puntaje, tanto desde una perspectiva técnica, como económica”.
Sobre los alegatos de Morena en contra de Signa Lab y su directora Rossana Reguillo quien incluso se separó del proceso, para no afectar el ejercicio, la Sala Superior respaldó que no hay fundamento alguno en las acusaciones de los morenistas.
“Por otra parte, se desestiman por inoperantes los agravios dirigidos a cuestionar la imparcialidad de la instancia elegida y de su directora. El calificativo propuesto deriva de que, por una parte, destaca que la directora en comento decidió separarse de la ejecución de los trabajos encomendados por el INE.
“Por otra parte, la inoperancia deriva de que los alegados, respecto de la parcialidad y falta de objetividad de la empresa, parten de señalamientos subjetivos carentes de sustento, pues como se razona en el proyecto, el procedimiento respectivo se apegará en todo momento a la metodología definida por el propio Instituto Nacional Electoral. Además de que todas sus fases estarán acompañadas por la Oficialía Electoral”.
El Tribunal Electoral recalcó que Signa Lab tendrá vigilancia y deberá rendir informes, de entrada, sobre “la trazabilidad y la posibilidad de replicar el proceso, el cual deberá incluir las bitácoras y descripción de cada etapa desarrollada para cumplir con la metodología definida, así como entregar la base de datos condensada y las resultantes de cada fase del procedimiento”.
Por lo que concluyó que el proceso es apegado a la normativa, que los partidos participaron en todo momento en el proceso, que no había obligación para que sea una institución pública la que participe en esta etapa del debate, que la metodología es técnica y que todo el proceso tendrá vigilancia.
Sesión pública del TEPJF del 28 de febrero
(milenio.com)