El presidente estadunidense Joe Biden pidió el lunes a la población que no cunda el pánico ante el fuerte aumento de los contagios diarios de covid-19 por la variante ómicron, que casi baten un récord.
“Ómicron es una fuente de preocupación, pero no debería ser una fuente de pánico”, dijo en la Casa Blanca, al comienzo de una videoconferencia con una veintena de gobernadores y asesores sanitarios.
La propagación de la variante altamente contagiosa identificada en Sudáfrica en noviembre no tendrá el mismo impacto que la primera ola de covid-19 hace un año o de la variante delta, estimó el presidente, debido a la campaña masiva de vacunación y detección.
“Como ha habido tantas vacunaciones y refuerzos, no estamos viendo las hospitalizaciones aumentar tanto” como antes, previó Biden, cuando el 72 por ciento de la población ha recibido al menos una dosis.
Reconoció, no obstante, que algunos hospitales estaban “desbordados, en cuanto a equipamiento y personal” debido a un alza de las hospitalizaciones, muchas de ellas de personas no vacunadas.
También reconoció que la cantidad de tests existentes es insuficiente ante el número de estadounidenses que quieren hacerse uno para pasar las fiestas de Nochevieja en familia.
“Ver lo difícil que fue para algunas personas conseguir un test este fin de semana muestra que queda trabajo por hacer”, confesó, aunque precisó que aumentan los lugares para hacerse pruebas y el gobierno federal está distribuyendo 500 millones de tests para realizarlas en casa.
(milenio.com)