Con 86 votos a favor, el pleno del Senado aprobó una reforma a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, con el objeto de regular de manera adecuada la contaminación acústica.
La senadora del PAN, Audelia Esthela Villarreal, expresó que la contaminación acústica es uno de los factores ambientales que provoca más problemas de salud en el mundo y precisó que la Ciudad de México es considerada una de las diez ciudades más ruidosas, donde sus habitantes pierden la audición prematuramente.
El dictamen, enviado a la Cámara de Diputados, plantea que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) expedirá las normas oficiales mexicanas para el establecimiento y operación de los sistemas de monitoreo del ruido.
Precisa que los gobiernos de las entidades federativas, municipios y las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México realizarán los monitoreos necesarios para la prevención y el control de este tipo de contaminación.
Se advierte que el ruido excesivo tiene afectaciones fisiológicas y psicosomáticas, ya que reduce la capacidad de concentración y la memoria, además provoca estrés y, a largo plazo, puede causar pérdida de la audición, perturbación del sueño, alteraciones cardiovasculares y complicaciones en el embarazo.
Dichos ruidos, se señala, de acuerdo con su intensidad, frecuencia y tiempo de exposición, repercuten no sólo en los seres humanos, sino en los seres vivos que conforman los ecosistemas en los que se encuentra inmersa la población humana.
Del grupo parlamentario de Morena, Elí César Cervantes Rojas, aseguró que las secuelas del ruido excesivo son devastadoras para el ser humano, pues representan una potencial afectación a la salud física y mental, “por lo que es importante promover la consciencia sobre los daños que causa a las personas y al medio que lo rodea”.
(milenio.com)