La Comisión Europea instó a la automotriz alemana Volkswagen a pagar sin dilación las indemnizaciones a los consumidores perjudicados en toda Europa por el escándalo conocido como dieselgate, que estalló en 2015.
“Hasta ahora, no todos los consumidores han sido compensados”, señaló en una nota el Comisario Europeo de Asuntos Internos, Didier Reynders, quien añadió que el gigante del automóvil “no está dispuesto a trabajar con organizaciones de consumidores para encontrar soluciones adecuadas”.
Esas compensaciones, añadió el funcionario, deben beneficiar “no solamente a los consumidores que residen en Alemania; todos los consumidores deben ser indemnizados”.
En respuesta, la empresa alemana se limitó a comentar que su “posición legal no se ha modificado”.
El escándalo que estalló hace seis años dejó al descubierto que la empresa utilizó un programa diseñado especialmente para alterar los resultados sobre emisiones contaminantes de sus motores diésel entre 2009 y 2015.
Dejar pasar el tiempo
“La Comisión y las autoridades de los consumidores de la Unión Europea consideran que las prácticas comerciales de Volkswagen violan la ley de protección del consumidor de la Unión Europea en lo que respecta a la comercialización de automóviles diésel equipados con sistemas ilegales”, apuntó la Comisión Europea en su nota oficial.
“También afirman que la comercialización de dichos coches diésel fue un claro ejemplo de una práctica engañosa prohibida en la Unión Europea”, señaló la Comisión Europea.
La institución recordó que “hasta el momento Volkswagen solamente ha accedido a compensar a los consumidores que residían en Alemania en el momento de la adquisición de uno de los automóviles en cuestión.
En tanto, en declaraciones a la AFP, Reynders acusó a Volkswagen de actuar “de mala fe” por excluir de las compensaciones a consumidores europeos que no viven en Alemania.
“Creo que nos corresponde hacer que los consumidores europeos sepan que la empresa ha escogido dejar pasar el tiempo en una tentativa de evitar el pago de compensaciones, aún cuando los fallos judiciales se acumulan”, dijo.
Finalmente una reacción
Hasta el momento la empresa ha realizado pagos por unos 750 millones de euros (875 millones de dólares) a unos 235 mil propietarios de vehículos en Alemania, pero elude con mecanismos legales hacer lo mismo con relación a miles de procesos individuales y colectivos en el resto de Europa.
Por su parte, la Organización Europea de Consumidores (BEUC) aplaudió la decisión de las autoridades competentes de “finalmente” pedir que la empresa pague las indemnizaciones.
“Seis años después del estallido del escándalo dieselgate, las autoridades nacionales sobre competencia finalmente llamaron a la empresa a pagar las compensaciones”, apuntó Monique Goyens, directora de esa entidad.
Un juicio contra cuatro antiguos directivos de Volkswagen acusados por el escándalo se inició hace dos semanas en Alemania, sin la presencia del ex presidente de la firma, epílogo penal de un caso que devastó la imagen del constructor alemán.
Todos esos ejecutivos están acusados de fraude en banda organizada y fraude fiscal agravado con relación al escándalo.
La semana pasada, la justicia decidió aplazar -sin plazo definido- el procedimiento contra Martin Winterkorn, presidente de la compañía entre 2007 y 2015, de 74 años, que acaba de pasar por una intervención quirúrgica.
Hace un año se inició otro proceso -que sigue en curso- contra Rupert Stadler, antiguo presidente de Audi y filial del grupo Volkswagen.
Directivos absueltos en caso de remuneraciones
La justicia alemana absolvió a cuatro directivos, actuales y anteriores, de Volkswagen, que habían sido acusados de otorgar primas excesivas a representantes del personal.
Los magistrados no consideraron que los acusados hayan deliberadamente “faltado a sus obligaciones y perjudicado a la empresa”, indicó un portavoz del tribunal de Brunswick.
Dos ex miembros del consejo de administración y dos gerentes, uno actualmente en el cargo y el otro ya no, fueron llevados ante la justicia, en noviembre de 2019, por “fraude” y “fraude en un tema particularmente grave en detrimento del grupo Volkswagen”. Se pedían penas de entre seis meses y dos años de prisión.
La fiscalía los acusaba de haber pagado, entre 2011 y 2016, primas “excesivas” a varios miembros del comité de empresa, en particular a su entonces director Bernd Osterloh, uno de los hombres más influyentes en el grupo alemán hasta su partida en abril de este año y a quien algunos calificaban de “emperador secreto”.
En Alemania, país en el cual el modelo de cogestión pone particular énfasis en la cooperación de los empleados, las prerrogativas del Betriebsrat (comité de empresa) de Volkswagen son amplias, al ser su apoyo esencial para el desarrollo de la estrategia del grupo.
(milenio.com)