El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, abrazó el sábado a dos canadienses que aterrizaron en Canadá luego de lo que equivalió a un intercambio de prisioneros de alto perfil que involucró a los gobiernos de Beijing, Washington y Ottawa.
Trudeau dio la bienvenida a los dos canadienses —el ex diplomático Michael Kovrig y el empresario Michael Spavor— después de que su avión aterrizara en Calgary, Alberta, la madrugada del sábado.
Los dos hombres fueron arrestados en China en diciembre de 2018, poco después de que Canadá arrestara a Meng Wanzhou —de 49 años y directora financiera de Huawei, además de hija del fundador del gigante chino de comunicaciones— por una petición de extradición de Estados Unidos.
Welcome home, Michael Kovrig and Michael Spavor. You’ve shown incredible strength, resilience, and perseverance. Know that Canadians across the country will continue to be here for you, just as they have been. pic.twitter.com/1UoLbBFGNv
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) September 25, 2021
China acusó a los dos canadienses de poner en peligro la seguridad nacional y condenó a Kovrig a 11 años de cárcel, aunque sus detenciones estaban consideradas ampliamente como un intento de Beijing por presionar en el caso Meng. Muchos países calificaron la acción de China de “política de rehenes”.
Imágenes en vivo en la red de noticias de la cadena CTV mostraron a Trudeau abrazando a los dos hombres en la pista a primera hora de la mañana.
“Estos dos hombres han pasado una experiencia increíblemente difícil. En los últimos mil días han mostrado fuerza, perseverancia y gracia, y eso nos inspira a todos”, afirmó Trudeau el viernes.
Los dos abandonaron China justo después de que Meng alcanzó un acuerdo con la fiscalía federal de Estados Unidos bajo el cual en 2022 se desestimarán los cargos de fraude en su contra.
Como parte del pacto de enjuiciamiento diferido, Meng aceptó la responsabilidad por mentir sobre los negocios de la empresa en Irán. Ella tomó un vuelo de Canadá a China.
La ejecutiva llegó a China la noche de este sábado, tiempo de Beijing, según medios estatales. La cadena estatal CCTV mostró el aterrizaje del avión de Meng en el aeropuerto de Shenzhen, en el sur del país, donde fue colocada una alfombra roja para su llegada y se reunió una multitud de varios centenares de personas en su apoyo.
La cadena de eventos que involucró a las tres potencias globales trajo un final abrupto a tres años de disputas legales y geopolíticas entre Washington, Beijing y Ottawa. El acuerdo tripartito permitió a China y Canadá traer a casa a sus propios ciudadanos detenidos mientras Estados Unidos resolvía un caso penal contra la alta ejecutiva china que durante meses se enfrascó en una lucha por su extradición.
Entretanto, en China, el gobierno esperaba ansioso el sábado el regreso de Meng. Su regreso era uno de los asuntos más comentados en internet en el país y en el noticiero de mediodía de la televisora estatal CCTV, donde el conductor Tian Liang dijo que su vuelta se debía a los “incansables esfuerzos del gobierno chino”.
El vocero del Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian, reenvió una noticia sobre la salida de Meng de Canadá, agregando “Bienvenida a casa”. Los medios chinos no mencionaron la liberación de los canadienses.
El caso hizo tambalear las relaciones entre Beijing y Toronto, con China criticando regularmente el sistema judicial canadiense y prohibiendo algunas importaciones desde el país.
Además, dos canadienses condenados en casos separados de narcotráfico en China fueron sentenciados a muerte en 2019. Un tercero, Robert Schellenberg, recibió una pena de 15 años que se incrementó abruptamente a la pena capital tras el arresto de Meng. Por el momento se desconoce si estos reos podrían recibir un indulto.
(milenio.com)