La temporada de reproducción del flamenco rosado (Phoenicopterus ruber) dio inicio en la Reserva de la Biósfera Ría Lagartos (RBRL), en la colonia reproductiva la Angostura, donde se estima que hay 15 mil nidos de flamencos establecidos, y alrededor de 30 mil ejemplares de flamencos adultos, informó la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), al destacar que el cambio climático ha afectado el ciclo reproductivo de esta especie.
“El flamenco rosado desarrolla su ciclo vital a lo largo del norte de la Península de Yucatán, con desplazamientos de casi 300 km desde sus sitios de invierno y áreas de concentración en las reservas de la biosfera Ría Celestún y Los Petenes, hasta las zonas de reproducción en Ría Lagartos. En los últimos años desde el inicio de la temporada de reproducción del flamenco, se ha observado una variación en cuanto a la temporalidad, amenaza atribuible al cambio climático que afecta a esta especie”, destacó la comisión.
Personal de la Conanp, observó desde el mes de enero, un bando de mil individuos en el sitio conocido como Punta Manolo ubicado al oriente de la localidad de El Cuyo, municipio de Tizimin; al paso de los días se incrementó hasta 7 mil ejemplares, con actividades de cortejo, cópulas y prácticas de construcción de nidos.
Debido a las condiciones climatológicas y mareas, los bandos de flamencos transitaron hacia distintos puntos importantes en donde años anteriores se habían reproducido como Yalmakan, Punta Mecoh, Peten Hu, entre otros.
En marzo, los bandos de flamencos que anteriormente estuvieron realizando movimientos entre sus antiguos sitios de reproducción, se establecieron en el sitio conocido como la “Angostura” observándose alrededor de 4 mil individuos para llevar a cabo la construcción de nidos, incubación y cópulas. A partir de abril, la colonia de flamencos fue incrementando.
La RBRL se localiza en el extremo oriente de la franja litoral de la Península de Yucatán; presenta una gran diversidad de ambientes que sustentan alta diversidad florística y faunística, entre ellas los humedales, donde se forman esteros y lagunas costeras localmente denominadas “rías”. Es el primer humedal mexicano inscrito en 1986 en la Convención Ramsar.
Durante este periodo, se han realizado trabajos significativos sobre la conservación de la especie, que van desde la restauración de áreas de anidación, rehabilitación y desazolve de manantiales (ojos de agua), marcaje de ejemplares juveniles y el monitoreo constante de sus movimientos, así como el registro de nacimiento de 143,741 polluelos de flamencos, de esta población nacida, en el mismo periodo antes indicado, se ha anillado a 6,845 polluelos de dicha especie.
La Conanp, a través de la RBRL, desde 1999 ha trabajado en la conservación del flamenco rosado, mediante el Programa de Conservación del Flamenco del Caribe, en coordinación con organizaciones de la sociedad civil como Niños y Crías A. C. y Fundación Pedro y Elena Hernández A. C.
(milenio.com)