El ex gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, declaró que la decisión de dejar fuera a León del proyecto “El Zapotillo” obedece a un castigo por parte del gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador; por lo que hizo un llamado a las partes involucradas para dejar de lado el tema político y buscar soluciones que beneficien a los estados de Jalisco y Guanajuato.
Recalcó que con la decisión del gobierno federal, hubo madruguete al gobernador Diego Sinhue; puntualizó que el trasvase de agua de la presa Solís en Acámbaro es una opción viable, no solo para León, sino para los municipios que conforman el corredor industrial, además de tecnificar su uso agrícola.
“Hay agua para todos, entonces pues lamentablemente madrugaron al gobernador, madrugaron a los leoneses, a los guanajuatenses, y yo insisto ya basta de odio, ya basta de politizaciones y el tema es buscar salida, opciones y pensar en los ciudadanos… El gobernador toma sus decisiones, yo he sido muy respetuoso de él y este es mi punto de vista como ciudadano”, refirió el ex mandatario estatal.
Hizo un llamado a las partes involucradas para dejar de lado el tema político y buscar soluciones que beneficien a ambos estados.
Otro personaje que se sumó en el mismo sentido fue el dirigente nacional del PAN Marko Cortés quien calificó esta decisión como un golpe político al único estado de la república que hasta el momento no ha logrado gobernar Morena.
”Claro que es una rencilla política porque fue Guanajuato el único estado donde Obrador no ganó en el 2018 y es Guanajuato el estado donde se tienen los mejores resultados ahora en el 2021, por lo tanto el presidente ahora quiere castigar a los Guanajuatenses, particularmente a los leoneses y eso no lo podemos aceptar porque la presa del Zapotillo fue pensada para resolver los problemas de agua de León”
En el mismo sentido, otros actores políticos como los senadores de la república guanajuatenses, diputados federales y locales han llamado a cerrar filas para demostrar el apoyo a Guanajuato.
(milenio.com)