La caída del Producto Interno Bruto (PIB) de México de 8.5 por ciento en 2020, año enmarcado por la pandemia del covid-19, solo es superada por la depresión de 1932 cuando la economía se contrajo en 14.8 por ciento.
El regreso a las condiciones que tenía México antes de la pandemia se presentaría en un lapso de cinco años; sin embargo, al tomar en cuenta el crecimiento de la población, los niveles registrados en 2019 se volverán a alcanzar en una década.
Manuel Sánchez González, quien fue subgobernador del Banco de México (Banxico) en el período 2009-2016, resaltó la importancia de la participación de las empresas privadas en la recuperación de la economía del país porque son las que generan la mayor cantidad de empleos.
Durante su participación en el encuentro virtual de economía “Punto de Quiebre 2021”, organizado por la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), el economista destacó que la caída de la producción en el año 2020 fue la más profunda desde la gran depresión del siglo pasado, la registrada en el año 1932.
“La contracción económica del 2020 tiene efectos muy graves y el regresar al nivel de ingreso de la actividad económica que se tenía en 2019 tomaría hasta el 2025, y si a eso le añadimos el crecimiento poblacional, entonces requeriremos otros cinco años adicionales para regresar al PIB por habitantes del 2019”.
Para Sánchez González, el progreso y la recuperación del país depende de una visión diferente del país, de la economía y de un giro de fondo en la filosofía de la política económica, enfocándose en que el crecimiento económico puede generar un mayor bienestar, más empleo y mejores ingresos.
“Hay cuatro pasos que debemos tomar: el primero, es aceptar una verdad eminente de que sólo con crecimiento económico se puede lograr un mayor bienestar, más empleo, mayor ingreso. El segundo es que el gobierno tiene que ser fuerte y debe enfocarse a hacer bien sus funciones sustantivas, debe empeñarse en hacer bien sus tareas y tener todos los recursos necesarios. El tercer paso es reconocer que las empresas estatales no pueden ser el motor del desarrollo del país. Y el cuarto punto es reconocer que son los particulares los que crean los empleos, los que crean las empresas, los que innovan, los que incorporan los nuevos conocimientos y esta incorporación de nuevos conocimientos e innovación es lo que da el progreso”, explicó el especialista.
La pandemia del covid-19 es la más grave, profunda y devastadora de más de un siglo y su costo para el mundo es enorme en términos de vidas perdidas, de afectaciones a la salud y, en general, por la contracción económica que se registra.
“Con el brote del coronavirus hay una interrupción brutal en la trayectoria del crecimiento económico en el mundo y la caída de la producción en el año 2020 fue la más profunda desde la gran depresión del siglo pasado, llevando a reducir dramáticamente el ingreso por habitantes y han resurgido niveles que ya no se habían visto en pobreza”, comentó el especialista que fue subgobernador del Banco de México en el período 2009-2016.
La evolución de la economía mundial está relacionada con el riesgo de la propagación del virus, el confinamiento, así como con todas las medidas que se han aplicado en los países para intentar romper con la cadena de contagios.
“El año 2020 fue muy malo para México y un poco más malo que al promedio del mundo; por ejemplo, con cifras ajustadas por estacionalidad, el Inegi dio la cifra definitiva de que durante el 2020 el PIB se contrajo 8.5 por ciento, cifra impresionantemente mala por varias razones, entre ellas porque es la más profunda en México y sobrepasa la del 2019, y sólo es superada por la gran depresión en el año 1932 en el que se estima que el PIB se cayó 14.8 por ciento, casi 90 años que los mexicanos no habían tenido una experiencia de esta naturaleza”, expresó.
(milenio.com)