“Recomendamos encarecidamente no cerrar las fronteras”, dijo el vicepresidente de la CE, Maros Sefcovic, al término de una reunión telemática de los ministros de Asuntos Europeos, previa a la cumbre que los jefes de Estado y de Gobierno celebrarán el jueves para coordinarse ante la pandemia, donde este será uno de los temas sobre la mesa.
Sefcovic reconoció que “la situación en nuestros Estados miembros es extremadamente seria” y que “en algunos la situación empeora”, por lo que dijo entender que “los países estén introduciendo distintas medidas sanitarias”.
Pero pidió “coordinación” para “garantizar que respetamos absolutamente todos nuestros principios y nuestros derechos y tratados”, en referencia a la libertad de libre circulación reconocida en la zona Schengen.
Controles fronterizos en Dinamarca, Finlandia, Noruega y Hungría
En la misma línea se expresó la secretaria de Estado de Asuntos Europeos de Portugal, Ana Paula Zacarías, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE. “El índice de infección pero las nuevas variantes del virus pone bajo cautela a algunos Estados miembros”, dijo, pero pidió “mantener abiertas las fronteras internas de la Unión tanto como sea posible”.
En la UE, actualmente hay controles fronterizos por la COVID-19 en Dinamarca, Finlandia, Noruega y Hungría. Además, el cierre temporal de fronteras por motivos de terrorismo se aplica en Francia (que comenzó a hacerlo tras los atentados de París) y ahora se plantea reforzar las fronteras para evitar desplazamientos en esta tercera ola, así como en Suecia y Dinamarca. Y Austria y Alemania aplican controles desde 2016 para responder a los flujos migratorios tras la llamada “crisis de los refugiados”.
(dw.com)