A simple vista y desde cualquier parte de la República Mexicana, se podrá apreciar la noche de este viernes la “Luna azul”, un fenómeno que ocurre cada tres años.
El Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que contrario a su nombre, la Luna no se ve azul, el término indica que se puede ver dos fases llenas del astro en un mismo mes.
Debido a que el ciclo lunar es de 29.53 días, si la primera Luna llena cae al principio del mes es muy probablemente que la siguiente se percibirá al final y en tonos grises, blancos o plateados.
El primer registro del uso del término “Luna azul” data de 1524, el cual hacía referencia a la tercera fase llena en una estación del año dentro de la cual caían cuatro lunas llenas en vez de las tres que regularmente suceden en una estación.
Sin embargo, es en 1946 cuando el término obtiene una nueva interpretación a través de un artículo en la revista norteamericana de Sky & Telescope, donde se le llama “Luna azul” a la segunda luna llena que cae dentro de un mes del calendario.
Se ha reportado que después de erupciones volcánicas o incendios forestales, la Luna toma una tonalidad ligeramente azul, ya que las partículas de ceniza que se liberan generan que la luz de la Luna, al pasar por la atmósfera terrestre, se vea de ese color.
Ese fenómeno fue visto después de la erupción de los volcanes Krakatoa, en Indonesia en 1883 y Santa Elena, localizado en Estados Unidos, en 1980 y Chichón, en México, en 1983, entre otros, sin embargo no tiene relación alguna con las definiciones de Luna azul.
La última “Luna azul” ocurrió el 31 de agosto de 2012 y después de la que se percibirá esta noche, habrá que esperar hasta enero de 2018 para volver a ver la próxima.