La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) suscribió con la Secretaría de Agricultura federal el convenio de participación del Observatorio Ciudadano para la Transparencia y Participación Social.
Gustavo Adolfo Arballo Luján, presidente nacional del organismo, destacó que con la firma de ese acuerdo refrenda el compromiso de responsabilidad con lo estratégico y prioritario para el país.
Detalló que con ello la CMIC se suma a la generación de oportunidades para que quienes habitan en zonas rurales y costeras tengan acceso a servicios que incidan en la superación de sus niveles de pobreza.
La firma del convenio, dijo Arballo Luján, reitera el compromiso de los constructores organizados de participar con el gobierno federal en la formulación, promoción y orientación de las políticas programadas e instrumentos para los sectores, rural, agropecuario y pesquero.
Esa acción implica de forma muy particular el impulso, apoyo y transparencia en sectores donde la construcción de infraestructura constituye el factor básico de desarrollo agro industrial.
El presidente de la CMIC enfatizó que todo ello será “en un marco de observación mediante un Observatorio Ciudadano de Transparencia a fin de fortalecer la legalidad y la transparencia con mecanismos de adjudicación y contratación de bienes, servicios y obra pública relacionados con las que lleve a cabo la Sagarpa”.
Confió en que con acciones de ese tipo se generarán condiciones institucionales y políticas que impulsan a la gran cadena productiva de las empresas locales y regionales.
Más de 95 por ciento de los afiliados a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción son micros, pequeñas y medianas empresas que al ser contratadas implica la generación de empleos en municipios y garantizar un uso adecuado y correcto de los recursos públicos.
Por ello Arballo Luján destacó la importancia de ese convenio el cual, enfatizó, no se trata del clásico documento “para salir en la foto”, sino para impulsar el desarrollo del campo con el apoyo de la industria de la construcción.
Con ese observatorio se evaluará de manera trimestral para revisar los avances en la materia a fin de garantizar que no se hagan “actos irrelevantes” para justificar simplemente el gasto público.
Por su parte, el oficial mayor de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Marcos Bucio Mújica, planteó que ese convenio permitirá la generación de un círculo virtuoso entre la industria de la construcción y el sector agroindustiral y pesquero.
Expuso que desde diciembre ha habido un importante diálogo entre la Semarnat y la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción para solicitar la colaboración de sus especialistas en el impulso de obras de ganadería, hidráulicas en zonas áridas, construcción de bodegas, silos y agroparques.
De hecho recordó que para este año la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura ha generado todas las licitaciones públicas que permitirá que especialistas participen en las obras que se necesitan.
Abundó que todas las pequeñas y medianas obras asignadas hasta el momento dan una sumatoria de más de cinco mil millones de pesos y para el próximo año se tiene registrado en cartera de inversión en Hacienda más de mil 600 millones de pesos adicionales.
Con las diversas obras adicionales la parte fundamental es que el ejercicio se realice de manera transparente y que la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción actúe de manera conjunta con la Sagarpa.
Finalmente el secretario de Agricultura, Enrique Martínez, subrayó que la sociedad moderna universal es cada vez más exigente y la sociedad mexicana refleja esa exigencia de que el servicio público y política debe dar resultados.
Pero para ello también se exige transparencia en su rendición de cuentas, por lo que para dar respuesta a esas demandas el acuerdo signado este día será un primer paso para impulsar al sector agroalimentario del país, el cual resulta ser hoy el más dinámico al crecer cerca de siete por ciento anual, añadió.
Subrayó que de esa manera se demuestra que se trata de un sector que presenta una balanza saludable, que hay que garantizar que se mantenga a fin de que el verdadero efecto de las reformas estructurales comience a rendir frutos para los próximos años.