Con inversiones y exportaciones crecientes, la industria aeroespacial de México se mantiene en ruta para alcanzar el objetivo de ubicarse entre los 10 principales países exportadores de este multimillonario sector.
“Nuestro país alcanza altitudes más altas cada día (…) México vuela alto y con sus propias alas”, apuntó el director de ProMéxico, Francisco González Díaz, en la revista “Negocios” de la entidad promotora de las inversiones extranjeras.
La meta del gobierno a través de un programa para incentivar las inversiones es lograr que México esté en 2020 en el “top ten” de la industria aeroespacial, con más de 12 mil millones de dólares en exportaciones, el doble de lo actual.
En 2005 solo 67 compañías operaban en el sector aeroespacial de México pero ahora el clúster –uno de los más dinámicos del país- registra unas 300 que dan empleo a 45 mil trabajadores calificados, con inversiones acumuladas por mil 800 millones de dólares.
Las millonarias inversiones colocaron al país como uno de los más importantes suplidores de partes y componentes aeronáuticos, según se desprende de las cifras de la industria.
Con un crecimiento promedio anual de 20 por ciento en el último decenio, las exportaciones en 2014 totalizaron seis mil 366 millones de dólares, el 80 por ciento destinadas a Estados Unidos.
Si se mantiene la tendencia al alza, las ventas este año llegarán a siete mil 300 millones de dólares en 2015, un aumento de 17 por ciento, casi cuatro veces más que el promedio mundial.
La proximidad con Estados Unidos –el principal mercado del mundo y del cual México es el sexto proveedor-, la infraestructura y redes de logística y transporte fueron factores considerados por las importantes empresas del mundo para instalar plantas en el país.
En México operan siete de las 10 más importantes empresas globales del sector, entre ellas los fabricantes de aviones Airbus y Boeing y de motores UTC, GE, Safran y Rolls-Royce.
Las perspectivas para el sector son optimistas, debido a que las estimaciones indican que en los próximos 20 años la industria demandará 31 mil 400 aviones de menos de 100 asientos, con un impacto económico pronosticado de cinco trillones de dólares.
La oportunidad se abre para México porque, según los expertos, la base de proveedores de la industria proporcionará aproximadamente tres trillones de los cinco trillones de dólares estimados.
En México, el conglomerado de la industria aeroespacial se ha desarrollado en 18 estados del país.
En especial los fronterizos con Estados Unidos (Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas) pero también en el centro y occidente (San Luis Potosi, Zacatecas, Querétaro, Jalisco, Estado de México, Distrito federal y Puebla) y el sureste (Yucatán).
Las positivas perspectivas del sector generaron la creación en 2007 de la Universidad Aeronáutica de Querétaro tras la llegada de la firma Bombardier.
También otras entidades como el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Instituto Tecnológico de Monterrey han desarrollado estrategias educativas en conjunto con el gobierno para generar mano de obra calificada.
Para 2020, las autoridades estiman que el sector dispondrá de 110 mil empleos directos, 30 por ciento de ellos con personal graduado de alguna ingeniería y que exista un 50 por ciento de integración nacional en la producción.
Pero antes de que se cumpla la meta gubernamental, México alcanzará un hito en 2018 con la estimada construcción por primera vez, de un avión tipo jet, con una inversión de 300 millones de dólares.
La firma estadunidense “Spectrum” tiene previsto arrancar este año la construcción de las instalaciones para construir naves, cinco al menos en el primer año a partir de 2018 y luego 25 cada año.