Río de Janeiro.- La economía brasileña deberá sufrir este año una contracción de 1.7 por ciento y en 2016 la recuperación será débil, con un crecimiento de apenas 0.3 por ciento, según expertos consultados por el Banco Central de Brasil.
En su informe semanal, publicado este lunes, el Informe Focus del Banco Central volvió a rebajar las previsiones para la séptima economía del planeta y la mayor de América Latina, que en el primer trimestre se contrajo 0.2 por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB).
Dos de los principales bancos brasileños -Itaú y Bradesco- señalaron en recientes análisis publicados la semana pasada que se está produciendo un empeoramiento de las perspectivas económicas e incluso apuntaron que la contracción podría ser más abultada este año y extenderse a 2016.
“Una recuperación moderada durante el próximo año no debe ser suficiente para compensar la caída ya ocurrida en la actividad”, indicó el Itaú, que prevé que este año la séptima economía del planeta se contraerá 2.2 por ciento y en 2016 caerá 0.2 por ciento.
En el caso de la inflación, uno de los indicadores más preocupantes de la economía brasileña, la previsión empeoró por decimocuarta semana consecutiva y se espera que los precios aumenten este año 9.15 por ciento.
La desaceleración, la contracción de la actividad industrial y la pérdida de credibilidad vinculada al escándalo de corrupción en Petrobras, así como la crisis política por la división entre el Parlamento y el Ejecutivo, han empeorado las perspectivas de Brasil desde inicios de año.