Río de Janeiro.- El Congreso de Brasil debe reformar y flexibilizar el marco legal para la explotación de sus reservas marinas de crudo, en especial tras la crisis por escándalos de corrupción en Petrobras, dijo el experto José Mauro de Morais.
“Hay que acometer cambios legislativos”, señaló De Morais, del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA) y autor de un reciente libro sobre la historia de Petrobras.
Planteó la necesidad de flexibilizar la ley para que la petrolera estatal –cuya deuda superior a los 100 mil millones de dólares es la mayor para una empresa energética en el mundo– no esté obligada a ser operadora en todos los campos marinos ultraprofundos, llamado aquí pre-sal.
La ley brasileña establece que Petrobras debe ser imperativamente el operador y tener al menos un 30 por ciento de participación en todos los bloques petrolíferos del pre-sal.
Según la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP), las reservas en los campos marinos ultraprofundos podrían alcanzar hasta 30 mil millones de barriles.
“Con el descubrimiento del pre-sal en 2006 se creó la expectativa en Brasil de que podría haber muchos recursos destinados al gasto social en el país”, agregó la fuente, en referencia a las críticas contra el gobierno por la gestión de la petrolera.
Los expertos critican que, a causa del debate legislativo sobre la extracción de las reservas, el gobierno no promoviera licitaciones para explotar campos de pre-sal entre 2008 y 2013.
Durante ese periodo se registraron precios históricamente altos del petróleo, por lo que se habrían generado miles de millones de dólares en ingresos para la compañía y el país.
Asimismo, censuran que el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff –que dirigió el Consejo de Administración de la empresa de 2003 a 2010- imponga a Petrobras vender derivados de crudo importados a menor precio del que lo compra, a fin de frenar la inflación, que este año debería superar el 9.0 por ciento.
“Entre 2001 y 2014 este control de precios le costó a Petrobras 20 mil millones de dólares. Es uno de los hechos desafortunados de la gestión que, junto a la corrupción, ha marcado el debate”, explicó De Morais.
Algunos sectores del gobierno brasileño expresaron públicamente su apoyo para que Brasil aumente la participación extranjera en la exploración y producción de sus reservas, en un debate generado como consecuencia de la crisis desatada en la petrolera por la corrupción.
Brasil produce actualmente cerca de 2.5 millones de barriles diarios de crudo, incluyendo petróleo, gas y derivados.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) prevé que esta cifra alcance los 3.7 millones para 2020 y los 5.37 millones en 2040, lo que situará a este país entre los 10 mayores productores mundiales.