Marsella, Fra.- Gilberto Bosques, un mexicano ejemplar, con su labor humanitaria en este puerto francés, inspiró el desarrollo de las nuevas normas de protección de los derechos humanos consagradas en distintos tratados internacionales, destacó el presidente Enrique Peña Nieto.
El mandatario mexicano acudió al ayuntamiento de este puerto de la Francia mediterránea, donde junto con el alcalde de la ciudad, Jean Claude Gaudin, develó la placa que será colocada en la plaza del mismo nombre, como un homenaje al diplomático de origen poblano que ayudó a miles de refugiados durante la Segunda Guerra Mundial.
Peña Nieto agradeció “la elevada distinción” de otorgar el nombre de Gilberto a una importante plaza de la ciudad, así como haber sido distinguido con la llave de la ciudad, y como parte de este reconocimiento, los servicios postales de México y Francia cancelaron timbres conmemorativos.
Dijo que el mexicano es ejemplo del respeto a la libre autodeterminación de los pueblos, de la no intervención, de la solución pacífica de controversias, y de la protección y promoción de los derechos humanos.
Bosques, quien tuvo que dejar la capital francesa y establecerse en Marsella durante el conflicto bélico, por la ocupación alemana, puso la diplomacia al servicio de los más necesitados, y dio el respaldo mexicano a las víctimas de los regímenes fascistas y nazis, otorgando cerca de 40 mil visas sin importar su religión, condición social u origen étnico, apuntó.
Acompañado del presidente de la mesa directiva del Senado de la República, Miguel Barbosa, el presidente de México subrayó que el homenajeado es muestra de la lucha contra el totalitarismo, la intolerancia y el odio, para anteponer la capacidad constructiva de la justicia y la razón, y ni siquiera su arresto quebrantó su compromiso con la libertad.