El Cairo.- El presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi comprometió hoy que habrá leyes “más duras” en Egipto, para evitar actos extremistas similares al que provocó la muerte del procurador general, Hisham Barakat, fallecido la víspera en un atentado.
En un discurso durante el funeral del fiscal superior, transmitido en vivo por la televisión estatal, el mandatario expresó su pesar por la muerte de Barakat y se comprometió a impulsar leyes más estrictas para castigar a los responsables.
“El brazo de la justicia es encadenado por la ley. No vamos a esperar para esto. Vamos a modificar la ley para aplicar la justicia tan pronto como sea posible”, indicó al Sisi ante los familiares de Barakat, según reporte de la cadena árabe Al Arabiya.
El Fiscal Superior murió la víspera en un hospital a consecuencia de las heridas sufridas horas antes por la potente explosión de un coche bomba, que alcanzó a su convoy, cuando circulaba por el exclusivo barrio de Heliópolis, en el sur de El Cairo.
Barakat es el más alto funcionario que es asesinado desde que militantes lanzaron una ofensiva en 2013, tras el derrocamiento del presidente islamista Mohamed Morsi, por una Junta Militar, al frente de al Sisi, quien en entonces era ministro de defensa.
“¿Funcionan los tribunales en estas circunstancias? ¿Funcionan estas leyes? Ellos trabajan con gente normal”, se preguntó el presidente al Sisi, visiblemente enojado y levantando varias veces un puño.
Si hay una sentencia de muerte, agregó, una sentencia de muerte se aplicará. “¡La ley!, ¡La ley!, ¡La ley!”, gritó el mandatario.
El asesinato de Barakat ha sido un duro golpe para el mandatario egipcio, quien ganó las elecciones el año pasado, prometiendo acabar con los militantes extremistas.
Cientos de policías y soldados han muerto en manos de la insurgencia, resguardada en zonas escasamente pobladas de la Península de Sinaí, cuya autoría ha reinvindicado un grupo islamista, filial del extremista Estado Islámico (EI), que opera en Siria e Irak.
Al menos mil 400 personas, la mayoría de ellos partidarios del derrocado presidente Morsi, han sido asesinadas como parte de la represión policial lanzada por el gobierno en su contra, mientras que miles de islamistas han sido encarcelados, cientos de ellos condenados a muerte.