Naciones Unidas.- La delegación de México ante la ONU destacó hoy los devastadores efectos que tienen los secuestros y la violencia en los niños que viven en países en conflicto, así como los esfuerzos requeridos para ayudarlos a superar estas experiencias.
En un debate sobre niños y conflictos armados en el Consejo de Seguridad, el representante permanente de México ante la ONU, Jorge Montaño, indicó que “la violencia y los secuestros tienen efectos psicológicos devastadores en los niños” que viven en situaciones de conflicto.
Apuntó además que para contrarrestar estos traumas en los infantes y sus familias son necesarios amplios esfuerzos de asistencia psicológica, médica y legal que suponen costos importantes para países en situaciones de conflicto.
En la sesión, en la que se discutió el más reciente informe del secretario general de la ONU sobre niños y conflictos armados, Montaño expresó que la violencia “tendrá efectos serios y duraderos en las víctimas” y su reintegración social supondrá profundos retos.
“Estos retos constituyen un potencial riesgo adicional para el resurgimiento de actos violentos en aquellas regiones en donde la situación de seguridad no mejore”, consideró el diplomático mexicano.
Ante esa situación, Montaño exhortó a la comunidad internacional a tomar las medidas pertinentes para frenar el alza en el secuestro de niños, así como para prevenir este tipo de crímenes.
Durante la sesión, el Consejo de Seguridad aprobó una resolución en la que se reconoció a los secuestros de niños en situaciones de conflicto como un detonante adicional para que un grupo armado sea incluido en la llamada “lista de la vergüenza” de la ONU.
En la “lista de la vergüenza” de este año, publicada como un anexo al informe difundido la semana pasada, se incluyen más de 50 grupos armados o ejércitos que cometen actos de violencia contra niños en 23 situaciones de conflicto en el mundo.
Los otros “detonadores” para incluir a niños en situaciones de conflicto son reclutamiento y uso; muerte y mutilación; violaciones y otras formas de violencia sexual; así como ataques a escuelas y hospitales.
Los secuestros fueron añadidos a los detonadores debido a que en 2014 repuntaron notablemente como una estrategia de los grupos en conflicto para aterrorizar a comunidades étnicas o religiosas, según el informe.
El documento consignó los secuestros de al menos dos mil 750 niños en 12 zonas de conflicto.
En su intervención en el debate, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó que los secuestros de niños en conflictos han repuntado debido principalmente a las acciones de grupos extremistas como el Estado Islámico (EI) y Boko Haram.
Aclaró que los secuestros, sin embargo, son también comunes en otras situaciones de conflicto, y que son llevados a cabo por “una amplia gama de grupos armados no estatales”.