Moscú.- Rusia descarta entrar en una carrera armamentista con Occidente porque ello perjudicaría a su economía, informó hoy un asesor del Kremlin, un día después de que el presidente Vladimir Putin anunció que su país aumentará su arsenal nuclear.
“Rusia no está entrando en una carrera armamentista porque ello perjudicaría nuestra capacidad económica. Rusia está tratando de reaccionar de algún modo a ciertas amenazas pero nada más que eso”, dijo Yuri Ushakov, asesor de política exterior de Putin.
Las declaraciones de Ushakov tienen lugar un día después de que Putin anunció que Rusia reforzará este año su arsenal nuclear con más de 40 misiles balísticos intercontinentales, en respuesta al proyecto de Estados Unidos de instalar armas pesadas en Europa del Este.
“Más de 40 nuevos misiles balísticos intercontinentales capaces de superar los sistemas antimisiles más avanzados serán incorporados a nuestro arsenal nuclear este año”, indicó.
El vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, acusó este miércoles a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de estar traspasando sus fronteras e intentar modificar el equilibrio de poder, forzando a Moscú a realizar pasos para proteger sus intereses y seguridad.
“No es Rusia la que se está acercando a las fronteras de alguien. Es la infraestructura militar de la OTAN la que se está aproximando a las fronteras de Rusia”, dijo Peskov a la prensa.
“Todo esto lleva a Rusia a tomar medidas para salvaguardar sus propios intereses y su propia seguridad, agregó.
Peskov explicó que las medidas que adopta su país están destinadas a cambiar el balance estratégico de poder, proteger sus intereses y garantizar la seguridad nacional, así como el principio de equidad de poder, según el diario The Moscow Times.
La OTAN, junto con Estados Unidos, tiene previsto ampliar su presencia militar en Europa del Este en medio de la crisis en Ucrania y, desde hace un año, viene realizando numerosos ejercicios bélicos en esta zona.
El portavoz indicó que Occidente había recurrido cada vez más al estilo “no constructivo y de confrontación” propio de la Guerra Fría y que Rusia nunca había querido una contienda.
Los comentarios de Peskov se producen un día después de que Rusia y Occidente se acusaron mutuamente de poner en riesgo la seguridad mundial, sumándose a las tensiones sobre el conflicto en Ucrania.